Cap.25

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-al atardecer los dos jóvenes iban entrando a la casa con sumo cuidado de no tener que llamar la atención de los empleados que estaba ahí mismo limpiando y haciendo sus jornadas.-

G: aquí puedes estar en el tiempo que necesites reposar de un día pesado.

H: muchas gracias, veo que te tomas muy enserio lo de mantener orden.

-siguieron caminando a paso normal hasta llegar a la cocina, no era de extrañar que fuese extravagante y amplia para que más de 5 personas puedan cocinar en ese mismo sitio, seguido llegaron a la siguiente habitación que resultaría ser el comedor, demasiado amplio y la mesa ni se diga, más allá y sin girar a ninguna parte llegaron al patio trasero donde estaba un hermoso y enorme jardín aflorado con cuantas fuentes se pueda colocar ahí mismo.-

G: más arriba están las habitaciones, no vayas al último piso por favor.

H: lo que digas, seguramente me voy a perder en todo este amplio lugar.

G: si necesitas aclarar dudas este es el momento para que te escuche al 100%.

H: por ahora solo tengo una pregunta.

G: ¿cuál?

H: el chico de la cafetería es tu novio?

-quedo petrificado por una pregunta como esa, simplemente no supo con qué cara viene a preguntarle eso tan repentinamente, pero el pelirrojo solo solto a reirse un poco.-

H: así que si lo es.

-sin más el moreno solo le golpeo la cabeza-

H: auch... Oye solo lo decía de broma.

G: ese no es tema para estar riendo, y segundo, ese chico tiene nombre y es Shirou ¿comprendes?

H: si lo que digas señor celoso.

G: no soy celoso.

H: se nota jajaj bueno solo era nada más eso.

G: bien, dentro de poco estará la cena.

-se dio la vuelta dándole la espalda al pelirrojo mientras se marchaba a su oficina a terminar un trabajo pendiente mientras que el contrario solo suspiro y se dio la molestia de ir al jardín a caminar un poco ya que aun debía conocer el sitio donde podría trabajar un poco y no estar en la tierra haciendo nada, al menos durante el día, y estar literalmente a full con lo que debía de hacer y cómo maniobrar si es necesario aunque cuando se detuvo en un banco mirando el color de las hojas del árbol fijamente, inmediatamente un recuerdo sobre el peliverde mirándole con una sonrisa lo que provocó que sacudiera su cabeza levemente.-

H: tal vez deba de volver a verlo un día... Mañana que digo.

-ríe suave al tiempo que se levantaba despacio y suspiraba, esa tarde estaba muy fresca y agradecía que lo era ya que aun no podía estar tan expuesto al calor debido a que en donde vive siempre el frío era primor dial así que se las ingeniaría para poder estar siempre frío de piel a manera literal pero tampoco niega que un poco de calor este presente ya que no haría daño alguno.-

H: veamos... ¿que cosas tiene la tierra para mostrar? Si no estoy mal su representante siempre está ocupada por lo que la gran mayoría de sus hijos están llegando por ella, pocas veces son las que se presenta frente a solo una persona pero nadie sabe quien es...

-suspiro levemente siguiendo el camino sin rumbo alguno mirando alrededor ero su mente estaba hundida en sus pensamientos con las manos en los bolsillos.-

H: aunque es muy curioso que solo se de el tiempo para ver a una sola persona y para el resto no, entiendo que hace mucho ella ha tenido problemas y no niego que es duro, pero sin embargo, si alguien necesita urgentemente de su presencia es un gran problema del cual se tiene que tratar.

-se detuvo para ver el cielo, estaban apareciendo las primeras estrellas pero ya de antemano cierto astro estaba resaltando en el cielo que a pesar de que aún no estaba brillando si se puede notar su presencia sobre la tierra, el pelirrojo se quedo un buen rato observando detenidamente aquel astro.-

H: creo que ahora comprendo... Su vecina más cercana es quien más está a su lado en todo momento... Me pregunto... ¿cómo serán personalmente?

-al ser verdad, estaba claro que muchos de la galaxia casi en un 90% no conocen el reino lunar, solo los más viejos que han tenido la oportunidad de verlos deciden callarlo por una razón X y que ahora las nuevas generaciones viven sin saber exactamente lo que está rodeando la tierra todo el tiempo.-

H: ¿será por eso que Goenji está aquí?

-muchas pregunta le surgen a la cabeza, si era demasiado curioso como un gato, regresando sobre sus pasos entra ala casa, las luces eran tenues pero ideales para estar pendiente ante la seguridad de las posibles cámaras que puedan estar escondidas, en el comedor encontró al moreno.-

H: no llamaste.

G: dejaste tu teléfono en el sofá ¿te habías perdido?

H: digamos que estuve en el sendero de la vida y regresé a salvo.

-la sirvienta entra en escena con la bandeja en manos sirviéndoles la comida y aún ante la mirada el moreno e mantenía con una sonrisa, para cuando termina hace reverencia y se retira no sin antes de voltear a ver al moreno algo lasciva y desaparecer en el pasillo.-

G: si estas cansado puedes dormir, me quedaré despierto hasta tarde.

H: ¿de nueva cuenta llevarás tu galanería?

G: no con las de aquí, mi nuevo objetivo está en la mira.

H: pobre de aquel si se llega a enterar.

G: el no tiene porque enterarse, y si lo hace ¿que más da?

H: le romperás el corazón ¿crees que aceptará seguir viéndote si sabe que tu primera vez fue con tu ex prometida?

G: jamás me la menciones por favor... Ella tuvo la culpa de armar el revoltorio por una mentira que jamás pasó.

H: solo te advertiré; no juegues con fuego. Luego no me hagas decirte que te lo dije.

-y así paso el rato en silencio hasta que la noche ha llegado, las estrellas estaban un poco opacadas ya que su musa estaba apareciendo lentamente, los dos muchachos salieron de la casa y lo más rápido que pudieron se fueron hacia el bosque.-

Hijo de la luna 1: renacimientoWhere stories live. Discover now