Hijo de la luna 1: renacimiento

Gran pregunta

-En lo que la noche iba llegando a su fin y las nubes comenzaban a dar su aparición matutina, el viento soplaba con fuerza desde que aquellas energías se fueron desapareciendo en el momento que todos por sus lados se fueron acercando en su mayoría a la escena, preguntándose qué hubiese pasado en ese momento, el grupo lunar en el avance vieron aquellas huellas en el suelo hasta el hecho de que desaparecieron más adelante.-

Kaze: realmente algo sucedió

Tachi: ¿una discusión?

-el chico de rastras estaba mirando fijamente aquellas huellas en una expresión seria sin apartar la mirada de aquellas pero al mismo tiempo de alrededor en lo que los demás iban buscando un poco en el sitio si hubo algún daño.-

K: creo que es algo incluso peor...

Haru: ¿mucho peor?

K: podríamos decirlo...

Haru: ay khaos...

-el joven de rastras miro a todos lados de reojo bajo sus googles oscuros mientras que se iba levantando.-

K: debemos movernos.

Kaze: ¿sentiste algo?

K: y no solo uno...

-por el otro lado el bando solar estaba igualmente en búsqueda de lo que hayan sentido en ese momento tan inesperado.-

Fu: definitivamente no fue algo ligero.

-dijo cuando adelante de ellos encontró que parte de las cortezas de los árboles tenían un color bastante blanco que no era normal, como si de tanta luz se les hubiera decolorado su color natural por alguna razón que claramente no se puede explicar a la ligera así que mejor era seguir avanzando pero el muchacho de mechón blanco se detuvo en seco frunciendo el ceño.-

Nagu: ¿qué pasa?

H: ¿que está sucediendo?

Fu: bajen la voz los dos... Parece que no estamos solos...

-los dos pelirrojos guardaron silencio casi inmediatamente mirando hacia donde el ajeno igual miraba, despacio iban avanzando lo más callado posible hacia donde fuese que estuviese dicha energía emanante que comenzó a moverse rápidamente lejos de ellos, llevados por la curiosidad aceleraron el paso para seguirles pero al cabo de un par de minutos se detuvieron al notar que ellos estaban en una zona sin mucho movimiento y todavía oscura de aquel bosque del cual las luciérganas estaban rondando a su ritmo.-

Fu: tsk... Debieron esconderse...

H: no han de andar lejos, tal vez sea bueno separarse.

Fu: no, será peor si sucede... Es mejor avisarle a los demás antes de que algo nos vaya a dar por sorpresa.

-en el momento que se iban a dar la vuelta un estruendo los sacó de sus cabales, no sonaba muy lejos por lo que no tardaron en ir corriendo a esa dirección escuchando cada vez más cerca cómo los árboles parecían romperse con una fuerza enorme y esas energías no parecían ser conocidas por ninguno de los dos, un rugido les fue dejando en silencio hasta que llegando a la escena un dragón de colores marinos estaba rondando por el área como buscando algo, por su mirada no parecía estar contento por algo y su rugido largo parecía llamar a alguien.-

Nagu ¿un dragón en la tierra a estas horas? ¿No se supone que salen en el día?

Fu: pues algo lo tuvo que despertar y no está para nada feliz.

-y de hecho parecía que los había escuchado porque volteo la mirada hacia ellos antes de acercarseles.-

Nagu: ¡¿tenías que abrir la boca?!

-aquel trío retrocedió levemente sin apartar su mirar de aquel enorme ser cuyo aliento quemaba a pesar de no soltar humo alguno de sus fosas nasales o boca, sus dientes afilados resaltaban de su boca pero incluso cuando estaba tan cerca ellos no querían dañar a una criatura tan valiosa como esa que de la nada giró su cabeza a un lado como hubiese escuchado un llamado que le llamó la atención volteando su cuerpo al casi punto de golpear a los tres con su cola.-

Nagu: ¿eso es todo?

H: ¿pensabas pelear con el o ella?

Nagu: mas o menos...

H: ni loco...

Fu: cállense los dos y piensen! Vamos a ver.

-se adelantó un par de pasos detrás de la criatura para saber a dónde iba, más allá de lo que era ese sitio probablemente pueda saber qué estuviese pasando o estuviese ocurriendo algo incluso peor, nunca se sabía. Lejos de ello dentro de la habitación del moreno todavía estaba rondando de un lado a otro como animal enjaulado sin decir nada, solamente estaba gruñendo cada vez más notorio como si estuviese conteniéndose las ganas de matar a alguien.-