Hijo de la luna 1: renacimiento

¿Amor secreto?

-A medida de que las fiestas pudieran avanzar en la tierra y el páramo, los dos guardias que no terminaron de concluir la fiesta y que bajo la excusa de que estaban cansados y que debían descansar según ordenes de sus reyes aprovecharon de poder dar un paseo, loa dos iban juntos ya que era probablemente que debían de trabajar en una misión juntos alguna vez en sus vidas así que aprovecharon el tiempo libre que tenían ambas fiestas para acordar verse en un lugar recóndito de la tierra donde no hubiesen muchos para que les puede interrumpir en su caminata.-

Tora: vaya que ambas fiestas si se ven motivadas ¿verdad?

Tobi: así es, los dos se esmeraron mucho en realizarlas.

Tora: al menos es buena señal de que las cosas van a cambiar.

Tobi: así es.

-El Peliverde le sonrió amable.-

Tora: oh por cierto...

-El pelimorado le miro de reojo.-

Tora: ¿cómo estas de las heridas? Veo que esas cicatrices fueron profundas.

-Un poco extraño se miro las que tenia en el brazo.-

Tobi: oh, no es nada grave... Están secas desde hace mucho.

Tora: ¿te duelen aun?

Tobi: no, desde que juntaron el agua del arroyo han dejado de doler.... ¿Pero qué me dices de las tuyas? Parecen como si te hubieran hechado al volcán.

Tora: eeehh... Literalmente así fue jej... Pero como somos del reino solar el volcán el como un baño caliente, a excepción de cuando colocan el o azufre... Eso si duele.

Tobi: puedo imaginarlo... Aquí el frío con sal y ácido sulfúrico ya es un infierno.

Tora: no puedo creer que nos hayan hecho algo como eso por defender nuestro trabajo.

Tobi: es un sacrificio a hacer, para eso hemos vivido.

Tora: aah, no puedo negarme a eso... Mi vida entera e inmortalidad se la debo a mi señor a toda costa.

-El pelimorado no dijo más nada, los dos siguieron caminando debajo de la luz de la luna que estando tan enorme como si fuese un sol en plena noche les alumbraba por completo las calles en las que cruzaban con normalidad, pero el silencio era casi opacado por el viento que ya los grillos se habían ido a la fiesta de su musa nocturna en gran botín musical junto a las demás aves que podían dar de su parte, así como entonces el Peliverde miraba a su ajeno quien parecía no inmutarse con el dichoso silencio a excepción del Peliverde que no tardo en romperlo.-

Tora: o-oye.. ¿No te da miedo cuando hay un silencio así? Sin... Sin que nadie diga algo, o se escuche algo.

-El pelimorado giro la cabeza a verle.-

Tobi: no... Pensé que te relajaba.

Tora: n-no niego que si relaja, pero a estas horas de la noche da algo de miedo ¿no temes a que un monstruo se revele a atacar?

-El peimorado negó con la cabeza.-

Tora: ¿por qué no?

Tobi: puede que ese "monstruo" no quiera atacarnos, quizás requiera de tener atención o aleje de su posible nido.

Tora: ¿Cómo puedes estar tan seguro?

Tobi: varias de las criaturas de la noche suelen hacerlo.

Tora: ¿Y qué dices de aquellos entes que andan en la oscuridad decorando todo lo que se les aparezca?

Tobi: buscan tener lo que han perdido.

Tora: ¿Incluso los monstruos que consideran "vampiros" tienen un propósito?