Moonrises

36 4 1
                                    

-Finalmente la nueva orden estaba hecha, el nuevo mandatario destinado a ser coronado se había preparado para asumir la nueva responsabilidad que con cierto sacrificio debía de ejercer con mano de hierro y corazón de concreto, una alma de piedra y una mente enorme, pero que lejos de todo eso debía de olvidarse de lo que realmente le ha importado desde hace mucho tiempo y que ahora el dije que no paraba de brillar le intentaba decir algo al respecto, pero también trataba de ignorar ya que le estaba dando muchas vueltas al asunto después de lo visto con shiro quien le culpaba de su malestar, y no lo podía negar, habían recuerdos que ni el mismo sabía que tenía, su mente se nublaba bastante en recuerdos borrosos y siluetas que nunca había visto en su vida a excepción de una que resaltaba de una forma bastante oscura, delgada y algo alta, ojo y boca brillantes rodeados de una risa macabra que se intensificaba cada vez más doliendo los oídos ajenos hasta que en un par de parpadeos pudo regresar a la normalidad fijándose que estaba en la ventana mirando hacia afuera, exactamente en la parte de dónde el albino había quedado llorando.-

G: Shiro...

-Susurro para sí mismo, estaba nervioso, asustado, pero más que todo mal por haberle causado eso.-

G: en verdad soy un desastre...

-Dejó sus manos casi en su nuca antes de seguir andando por su habitación, no quería que nadie se enterara en el día que será ascendido de cargo, precisamente en este día en el que los humanos estaban celebrando a primeras horas aquella desconocida y ¿conocida? Festividad para nombrar el que tengan un día de paz sin sombras que los atormentasen durante las noches ¿pero qué tenían de malo las sombras de la noche? El no ha podido explicarse el porqué detestan la noche si ni siquiera les ha hecho algo, no ha observado que hubiese maldad o por lo menos oscuridad total pues la luz de la luna... Es donde protege las vistas de todos, no lastima a nadie, es especial cuando se trata de alumbrar los escondites más remotos de donde nadie se atreve a ir por lo mínimo, se ha podido entender que las cosechas y toda la vida se mantiene a salvo... Muy silenciosa y quieta pero a salvo a fin de cuentas, entonces el seguía preguntándose el porque un reino tan festivo y alegre como el reino lunar puede ser catalogado como un mal andante solo por estar rodeado de sombra las 24 horas.-

-A medida que fueron pasando las horas y que la noche estaba por llegar a su fin, varias de las deidades que ya estaban posicionadas en el páramo en su totalidad no pudieron pegar el ojo cuando empezaron a sentir una abrumadora fuerza que les estaba abrazando de pies a cabeza, en especial las del bando ajeno y de quienes van a ambos bandos, dieron la mirada hacia una dirección con un mal presentimiento, a toda prisa que pudieron salir de sus aposentos con el friolento viento no provocado por el celeste sino que parecía provenir de un ente que empezaba a viajar por los cielos hasta rodear arriba del castillo con una nube negra que se iba agrandando cada vez más y más.-

Kaze: ¿y esto que es?

K: nada bueno...

Tachi: se esta haciendo más grande!

Haruna: ¿qué habrá pasado ahora?

-Lejos de esos sitios, en donde mismo estaban las estatuas iluminadas hasta los ojos empezaron a irse rompiendo de a poco la roca en donde se estaban los cuerpos de cada ente escondido estratégicamente en sus zonas aunque el número de estatuas cambio a 7 eran todas especiales en algún sentido variante del otro, así como el polvo de la roca se empezaba a desaparecer dejando a la vista pieles reales todavía no se podían mover del todo y mucho menos hacer algo para que se diera a conocer algo, pero esos mismos ojos desde la penumbra se fueron mostrando un poco mas.

Ahora, lo que quiero es que esperen... Porque ya llegó la hora.

Hijo de la luna 1: renacimientoWhere stories live. Discover now