Cuidaré de ti

Capítulo 9

CAPÍTULO 9

Vivir en la casa de sus padres era una nueva experiencia, llena de emociones, ahora la casa en Irlanda estaba en su memoria, en sus mejores recuerdos, al cerrar los ojos permanecía aquel bello paisaje que mil veces plasmó en el lienzo. Su esposo podía ver la tristeza por el cambio y la alegría por haber regresado, comprendía perfectamente por lo que ella atravesaba.

Utilizó su antigua recámara para instalar su estudio donde continuaba pintando, la mayor parte del tiempo lo ocupaban instalando sus cosas en la nueva casa, Severus había planeado que desde Irlanda les surtieran la botica en la que preparaba su nuevo negocio, algo más tranquilo que le permitiera disfrutar de su matrimonio.

Después de un año de casados y de múltiples problemas había logrado conseguir la paz, ya no temía de Maiden, no le importaba lo que hiciera, tenía la confianza de Hermione y los planes de tener una familia, y la amaba.

Maiden reflejaba ahora su vida pasada, una herida más de la guerra. La herida de una mujer ambiciosa y temperamental, su mayor debilidad, una que le arrebató de las manos la posibilidad de la redención, le quitó a su hijo y lo llenó de miedos e inseguridades, se volvió más arisco y amargado, cada vez que la recordaba ahora su corazón se llenaba de dolor, porque le impidió a su hijo nacer, pero ya no la deseaba, ya no ansiaba verla y no temía del futuro. Veía a Hermione arreglar el jardín con esmero, y aunque no habían vuelto hablar sobre los hijos se sentía seguro de ella.

Había descubierto que la presionaba con un hijo para retenerla, por si Maiden aparecía eso no significara gran peligro para él, ahora que su esposa sabía la verdad había conseguido tener paciencia y no presionarla por algo en lo cual ella no se mostraba completamente segura.

...

Después de tres meses de estar viviendo de nuevo en Londres habían logrado tener la paz esperada, el negocio se había consolidado y Severus solamente acudía ahí un par de horas por la mañana, había descubierto que sus contactos manejaban a la perfección las cosas. Hermione había publicado su libro, el cual fue recibido satisfactoriamente, Neville había sido el primero en adquirirlo y admirarle.

Ahora su ejemplar era uno de los libros obligatorios en Hogwarts, y el orgullo que ella sentía por si misma no podía disimularse, había logrado algo, destacarse por encima de su esposo, había hecho algo por ella misma, y en ello encontró su vocación, ahora mantenía una investigación constante con Neville esperando que los resultados fueran positivos y poder publicar otro libro.

...

Severus vio el periódico donde habían entrevistado a su esposa por la nueva investigación que sostenía con Longbottom, sin proponérselo sonrió, de orgullo hacia ella y de burla hacia su ex alumno. Cuando alzó la vista vio bajar a su esposa, se notaba cansada y mantenía un color rojo en sus mejillas, pero se veía abatida. Se dejó caer en el sillón sin despegar la vista de la chimenea.

—Desde que llegamos a Londres deje de tomar la poción — le confesó ella sin verle, el corazón de Severus por poco se sale de su pecho, parecía como si le estuviera dando una noticia, o al menos eso comenzaba a creer él —, pero parece que... no.

—Sólo han sido unos meses, debes darle tiempo a esto —le respondió intentando no sonar desilusionado.

—Lo sé, sólo que pensé que esto sería más rápido, además quisiera tenerlo ahora que la investigación será corta y tú sabes —dijo ella restándole importancia al asunto, aunque él sabía que sí tenía importancia, más de la que ella le estaba dando.

—Creo que te estás presionando demasiado, y me siento algo responsable por ello.

—No, yo... vine a esta casa porque quiero tener una familia, y creo que no la tendré hasta que pueda tener un hijo.