the resident | yoonkook

yoongi.

El karma no exceptúa a nadie.

Los rumores duraron dos semanas como mucho, para cuando empecé segundo año, ya nadie se acordaba ni siquiera de mi nombre. Fueron molestas las miradas juzgadoras pero no me afligieron, era algo a lo que estaba acostumbrado. Me lamenté cada día, porque el que más perdió en esta historia, fue Jungkook.

Seokjin salió del hospital después de una semana, y, aunque el costo fue una cicatriz en el abdomen, sabíamos que podría haber sido peor, eso nos animaba. Taehyung se mudó al poco tiempo, se llevó sus cartas y olor a palo santo a un departamento, y yo me quedé con su habitación, Jungkook se quedó con la compartida. Una habitación compartida no compensaría 4 infidelidades, pero era lo mínimo que podía hacer.

Me volví más unido a Seokjin que nunca. Al ser el único en que realmente confiaba, me hablaba casi exclusivamente con él, había dejado el último año de carrera para enfocarse más en recuperarse, más emocional que físicamente, por lo que estaba siempre en casa. Me cocinaba cuando volvía de cursar, me hacía té cuando estaba estudiando y me sacaba a pasear y tomar aire cuando necesitábamos hablar. El amigo más leal de todos.

Con el resto de los chicos me distancié, sobretodo cuando se filtró el hecho de que quien había expuesto mis fotos no había sido Jimin, sino Lisa, la jovencita pelirroja, flaca y alta, ex novia de Hoseok, en un arranque de celos posesivos cuando se enteró de que parte de la culpa de que su amor la dejara, la tenía yo. O sea que había acusado a Jimin de algo que no había hecho, sin pruebas, solo por cosas que habían sucedido en el pasado, y había quedado como un estúpido. De Hoseok me distancié más por incomodidad al saber que había gente, más bien, una persona peligrosa que me quería lejos de él.

En cuanto a Jimin, se volvió cercano a Jungkook, más de lo que a mí me gustaba, pero ya no tenía en su vida ni voz ni voto. Tenían horarios parecidos para cursar, por lo que solían salir y volver juntos del campus. Los podías ver en la cafetería a mediodía, para el almuerzo, el de, en ese entonces, pelo naranja repasaba sus apuntes, Jungkook le sacaba tema de conversación. Como solía hacer conmigo.

— Es tan obvio que es estúpido. — Le dije a Seokjin, una fría tarde, ambos sentados en el banco del parque del campus, viendo a los dos antes mencionados conversar en el pasto, el tenue sol invernal iluminándolos como un reflector en una obra de teatro.

— ¿Que están saliendo? — Se río mi amigo burlonamente. — Si, la verdad que si, pero yo tengo otra información. Jimin no le da pelota.

— ¿No? Te dijeron mal. Seokjin, míralos.

Justo en ese momento, se estaban riendo mientras se miraban, a carcajadas, algo que Jungkook aprovechó para meter una cucharada de helado en la boca de Jimin, haciendo que este lo golpee jugetonamente.

— ¿Te vas a guiar por eso? — Me preguntó, con una ceja levantada. — Yoongi... ¿cuantas veces hicimos pelotudeces así o mucho peores? Y sin embargo no gustamos el uno del otro. Buenos amigos.

— Sí, buenos amigos... yo también tuve buenos amigos y mirá dónde terminé.

Las circunstancias moldean a una persona y yo me había vuelto alguien irascible, más por el enojo hacia mi mismo y mis acciones, que por algún factor externo. Era una guerra contra mi mismo con las mismas preguntas: ¿por qué lo hice? ¿que gané? ¿valió la pena? y las respuestas eran difusas, porque ni yo mismo podía explicar que se me había cruzado por la cabeza.

Viendo a Jungkook ser feliz con alguien más que no fuera yo, entendí eso de que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, porque era tan real que dolía. El karma no exceptúa a nadie.

Jimin se mudó al cuarto de Jungkook, me enteré no porque me entrometiera en su vida, sino porque yo estaba en el cuarto de al lado y las paredes eran delgadas. Así como escuchaba conversaciones al azar sobre cual edición de pokemon era mejor, escuchaba de madrugada los jadeos que decían "Oh, Jungkook" "Más" "Así" entre otras expresiones de placer que me tenían entre el asco y la angustia, por lo que me levantaba y salía de la habitación.