capitulo 29

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DAMON

<<Te quiero>> pronunció apareciéndose en mi puerta, dificultando el hecho de creer que estuviera ahí, porque segundos atrás me había despedido de ella antes de bajar del auto, sin saber con exactitud cuándo volvería a verla. A pesar de mis intentos por alejarme para desligarla de mis problemas, no puedo ignorar que me quiere, ni convencerme de que aquello sea mentira, porque no solo son palabras... Puedo sentirlo. Lo percibo cada vez que me da una de sus miradas, la forma en que sus ojos se mantienen sobre mí, mirándome como si fuera lo mejor de este mundo.

El mundo que se encapricha en ponerla sobre mi camino todo el tiempo. A donde quiere que vaya, ahí está. Y la verdad, quisiera que esto fuera así para siempre.

También la miro como si fuera lo mejor de este mundo y podría convencer a cualquier persona de que lo es. Lo que siento por ella ni siquiera lo puedo describir, pero sé que puedo demostrárselo y lo haré, le dejaré en claro que la quiero con cada parte de lo que soy.

Sus besos son apresurados y me emociona que esté deseando tanto como yo que lleguemos a ese punto, pero tomo una pequeña distancia, dispuesto a respirar apreciando lo que tengo en frente.

—¿Por qué te detienes? —pregunta Keira, con los ojos brillosos y los labios enrojecidos, sus manos sostienen los bordes del cuello de mi camisa.

—Calma; —le digo, asegurando que todo va bien— solo quiero disfrutarlo —explico, mientras hago que nuestros ojos se encuentren y nuevamente, compruebo la chispa que habita en los suyos. 

Ella asiente en compañía de una pequeña sonrisa que anuncia complicidad: estamos en la misma sintonía.

Me cuesta aceptar que estoy nervioso, pero no puedo evitar el ritmo acelerado de mi corazón dándome la sensación de que está a punto de atravesar el pecho. Hice esto tantas veces, pero en nada se parece y comprendo que, es la primera oportunidad que tengo de hacerlo con alguien que sobrepasa los límites de la simple atracción física. Esta vez mis intenciones van más allá de encontrar un poco de satisfacción, quiero grabar en mí cada sensación, quiero asegurarme de que ella se sienta en el cielo y no decepcionarla.

Keira retoma la acción, adelantándose para llevar su boca hasta mi cuello, donde desprende besos lentamente. Cierro los ojos porque aquello, tan simple, es demasiado intenso. Sus manos se mueven, pasan de sujetar el cuello de mi camisa, a ocuparse de los restantes botones que están prendidos. Los deshace, uno a uno, y luego tira la prenda hacia atrás, donde colaboro para que logre quitármela por completo. Sus manos y su mirada, se deslizan al mismo tiempo sobre mi torso desnudo y estoy excitado, y nervioso, porque algunas partes de mi piel están cubiertas de cicatrices y nunca he estado expuesto de tal forma.

Nunca imaginé que dejarse querer de verdad fuera tan difícil.

Pero no puedo pensar en los miedos. No ahora. Aunque es demasiado tarde, porque Keira lo nota y con dulzura, deja un camino de besos por la curvatura de mi hombro y acuna mi rostro entre sus manos, hasta que nuestras miradas se conectan.

—Damon, solo hice esto una vez y sinceramente, tengo un horrible recuerdo. Mañana, cuando esté a punto de irme a la cama, quiero cerrar los ojos y recordar que la última persona con la que hice esto, fuiste tú. Nadie más— me lo pide de tal manera que de pronto, me siento capaz de desprenderme de todos los miedos y dejarlos atrás.

—Te daré el mejor recuerdo.

—¿Si?

—Tan bueno que querrás repetirlo un millón de veces —pronuncio con decisión y picardía sobre sus labios que de inmediato atrapo, iniciando un beso que se intensifica a medida que mis manos acarician el contorno de su cintura, mientras camino en dirección hacia la cama y Keira, aferrada a mi cuello sin dejar de besarme, retrocede por intuición.

Dulce castigo [En físico con Editorial Vanadis]Where stories live. Discover now