CAPÍTULO 6

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Ya estando en nuestras posiciones de defensa, hace una hora atrás, Kenna le había mandado un mensaje a Chuck para encontrarse en la posada de Delfina y de una vez por todas entregarle la llave. Sigo sin creerme tal acontecimiento, amistad o lo que sea que tengan ellos dos, aún recuerdo las bromas que les hemos hecho y más la que fue hacía Santino, pero por azares del destino le tocó a Chuck.

Estábamos en la preparatoria en tercer semestre, era el primer día de clases, habíamos llevado las cosas a la azotea desde la noche anterior, los preparativos, la sincronización, alejar a los maestros de la entrada frontal de la escuela y asegurarnos que ellos fueran los últimos en salir para poderles echar pintura, agua y hojas, nos cobraríamos la detención que nos habían adjudicado por su culpa el semestre pasado, lo que no sabíamos era que Santino iba empezar su "paranoia" y comportarse como alguien importante que necesitaba que lo protegieran aunque al final le sirvió y a quien le tocó pagarlas fue a Chuck que desde ahí lo nombraron guardaespaldas, claramente después que algo te cae de arriba volteas a esa misma dirección y nos encontró a Matthieu, Kenna que le sonreía con suficiencia como si el objetivo hubiera sido él y yo con las cubetas en las manos.

Ya pasados unos minutos es cuando encuentro a Tommy entrando a la posada como si le interesará los folletos que están en un mueble a lado del escritorio de la recepción.

- ¿Entonces cuál es el plan? -pregunta en tono bajo mientras ve una revista de fotografías de lugares asombrosos como si fuéramos unos espías dándonos la información para el siguiente movimiento.

-No hay ningún plan, solo nos apeteció venir aquí a ver cómo va. -digo con simpleza volteando a ver su perfil sin dejar de ver la entrada y el comedor-restaurante.

-Claro, y yo no tomé ninguna de estas fotos. -dice sarcásticamente volteándose para verme de frente y dejar la revista abierta en un paisaje boscoso y abajo del nombre del lugar se encuentra el de él. -Y una de las cosas que he hecho en mi estadía fuera del pueblo. -dice quitándole importancia, aunque sus ojos muestren un orgullo hacía su trabajo.

-Y es genial, ves te dije que tenías un futuro fuera de aquí.-le digo con un poco de amargura con solo recordar nuestra pelea de hace años atrás por el simple hecho que me quería llevar a recorrer el mundo y yo le dije que no, que tenía asuntos familiares que atender aquí, claro que esa respuesta no le gustó mucho y menos el hecho que antes le hablaba de recorrer el mundo y la idea de él acompañándome era el más hermoso sueño que nunca creí que se materializaría pero se materializó y mis sueños cambiaron en cuanto me di cuenta que había negocios familiares donde podía aportar mi granito de arena y que me gustaba, hasta ideas de mejoras tenía, claro que hay una idea que aún no la pongo en papel y ni pensar en tenerla en el plan ejecutivo para mostrárselo a mi papá y mis tíos.

-Claro, tú siempre teniendo razón. -contesta enojado mientras deja en su lugar la revista con mucha brusquedad, creó que sigue sensible respecto a ese tema. -Lo que no entiendo de tu forma empresarial de pensar, es que te cierras a muchas opciones y socios que pudiste conocer si me acompañarás. -me confronta y no lo puedo creer, en serio va seguir con lo mismo ya pasaron dos años desde que se fue y cuatro de que no estamos juntos, me hierve la sangre que me siga echando en cara eso.

-Bueno, hubiera sido muy buena socia esa Clara, ¿verdad? -le respondo enojada, dejándolo perplejo que conozca a su amiguita de las noches. Me dirijo al restaurante a buscar un poco de paz y tranquilidad no le voy a echar en cara que no puede llegar como enamorado con el corazón roto que me espero todo este tiempo cuando eso nunca paso.

- ¿Cómo sabes de Clara? ¿Te contó Matthieu de la noche de la fraternidad? -pregunta desorientado y preocupado una vez que parece en mi campo de visión aun cuando le di la espalda para que entendiera que la conversación había acabado, esperen ¡¿Qué?!

El Secreto de La BuganvillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora