CAPÍTULO 9

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Han pasado varios días desde la advertencia de Santino y nada fuera de lo normal ha pasado, pero no puedo decir lo mismo de mi grupo de amigas, porque en cuanto llegue a mi casa, llame a Kenna prohibiéndole, casi gritando, lo sé, me pase y hasta Delfina después de ese día me dijo que me debería disculpar, pero como siempre y en esta ocasión con mayor razón sigue enojada conmigo y no me habla o si tiene algo que decir es a través de Delfina.

-No me quiero excusar, pero cualquiera lo habría hecho, digo, si amenazan a tu familia, harías lo imposible para que no pasará, ¿no? – le preguntó a Delfina por el teléfono, mientras estoy ordenando mi cuarto.

-Sí, pero no es la primera vez que le gritas y que la culpas por tener amores fugaces o con el chico con el que se metió. –me contesta al otro lado de la línea, con su voz paciente y siento que hasta está tomando nota, hace unos años bromeó con que era nuestra psicóloga.

-Lo sé y también sé que me pase al hablarle a la una de la mañana despertándola y armando un alboroto que termino con que la regañarán sus padres por despertarlos con sus gritos. –recuerdo exasperada, como la regañaron mientras estaba en la llamada y como me despidió con un ¿estás feliz? y me colgó.

-Yo ni te hubiera contestado. -me dice Delfina, y si fuera una emergencia sé que le tengo que marcar a Leonard o a su madre para que la despierten. -Deberías de hacer un acto de disculpa, creo que ha sido suficiente el tiempo para que nuestra robot vuelva a pensar con lógica sobre tu reacción y no te quiera mandar al demonio. -menciona, haciendo que se me salga una ligera risa, relajándome y poniendo fin a la décima limpieza y organización de mi cuarto. - ¿Se los has comentado? -pregunta después de mi silencio de tranquilidad, trayendo otra marea de inestabilidad a mi ser.

-No, no es necesario, Santino, solo quiere tener el control de sus secuaces y que no nos metamos a su territorio y yo quiero lo mismo. -contesté después de unos segundos de reflexión, recordando cómo estas semanas, estuve distante de mi familia, manteniendo conversaciones cortas alegando que estaba ocupada con algo del trabajo u ideas para el cumpleaños de Kenna, razón que di para que no preguntarán porque solo viene Delfina a la casa.

- ¿Desde cuándo nos crees tus secuaces? Porque si mal no lo recuerdo, en primaria, intentaste imitarlo y te excluimos tres recreos de estar con nosotras incluso, los niños se cansaron de ti, toda mandona...-la interrumpo al recordar y saber para adónde va el asunto.

-Fue la primera broma que les hicimos, los seis juntos y no, no cometeré ese error de nuevo, además que prefiero tener verdaderos amigos, que personas que solo me den la razón para mantenerme feliz y sin molestarlos. –le respondo, mientras me siento en el sillón que está pegado a mi ventana, que da para el jardín. - ¿No entiendo como Corinne lo soporta y le sigue la corriente? Se ve que tiene material de líder, no de seguidora. –mencionó esto, mientras mi mente está perdida en el jardín, donde se ve que está Tommy y Buster con mis primos, jugando entre los charcos y la lluvia.

-El amor. -oigo la voz de Delfina, lejana, mientras que mis pensamientos me llevan a momentos de mi vida más sencillos y con menos problemas con las chicas. - ¿Fresia, me estás escuchando? -La voz de Delfina, me despierta, dándome cuenta que mis ojos y los de Tommy están conectados y antes que me salude, me levantó, alejándome de la ventana.

- ¿Qué decías? -le preguntó una vez que estoy al lado opuesto de donde me encontraba, sentada en el suelo, cerca de mi escritorio.

-Que, si le tenemos que hacer una fiesta a Kenna, estén reconciliadas o no; así que pensé preguntarle a Matthieu sobre la cabaña de sus padres, como cuando estábamos en secundaria y la preparatoria, y no sé, hacer un día de campo en el río Sumpter, además en unos días va llegar su hermano, así que solo tenemos este tiempo antes que ella se vuelva a ir y con eso, tal vez tu problema con Santino, dudo que quiera mantener contacto con Chucky, cuando eso puede perjudicar a tu familia, no solo a ti.-dice esto último Delfina y antes de colgarme para planear la fiesta, me recuerda que debo hacer un acto de disculpa.

El Secreto de La BuganvillaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum