Fueron meses desde que me fui de la ciudad dejando todo lo que amaba atrás. No tengo ansias de volver y verte de nuevo, estoy más tranquila así, sin sufrir de desamor.
Y dejen de repetirme que quien ama de verdad se queda hasta en los momentos más...
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— Creí que no vendrías.
Él puso sus manos dentro del bolsillo de sus jeans y se encogió de hombros. Sabía hace mucho tiempo que el vendría en alguno de estos días de semana para poder buscar el pago por el trato que hice con Rick, pero luego de lo de ayer, creí que aparecería cualquier motero de los Demons solo para que Jackson no me tuviera que ver, pero aquí estaba, delante de mí. Su cara estaba seria, y parecía como si no hubiera dormido durante días.
— Es mi maldito trabajo, Rick me pidió que lo haga. Si no hubiera sido porque el me lo pidió, no estaría aquí.
Lo sabía. Jackson es igual de orgulloso que yo, y si no hubiera sido porque Rick le encargó especialmente a el que se encargara de venir a buscar el dinero, seguro que no vendría para verme la cara.
Saqué el dinero de mi bolsillo trasero y lo tiró encima de la mesa. En cuestión de segundos el agarró el dinero y se dio la vuelta. Supuse que lo haría, no había nada que hablar lamentablemente. Pensaba en decirle algo, detenerlo y darle una inútil explicación de todo esto, pero ¿qué podía decirle? Ni siquiera yo lo sabía, solo pensaba en decirle algo para que él no se vaya.
— ¿No fui lo suficiente? —levanté la cabeza y lo vi apretando el fajo de dinero. Se dio la vuelta y me miró fijamente—. Sabía que en algún momento dudaste de mi amor.
— No, niño, nunca dude de tu amor—su cara cambió al escuchar su apodo—. Dudaba de mí, y de lo incapaz que era al no poder dar lo que recibía.
Su cara al escuchar que dije "niño" fue realmente increíble, es como si hubiera estado esperando que lo llamé así desde mucho tiempo. Y mi cara al por fin admitir en voz alta lo que tanto me ha molestado por años debe de ser genial. Era incapaz de no poder dar lo que recibía, y siempre fue así. Pero sé que, dentro de mí era capaz de eso, solo que me daba miedo hacerlo.
— Estuve esperando que me llamaras así desde el primer momento que nos vimos, pero no esperaba que sea en este momento—hice una mueca. Tiró la silla que estaba frente de mi hacia atrás y sirvió un poco de whisky en un vaso—. He oído todo. Le mentiste a Luke, eso ha sido horrible—miré hacia otro lado—. Eres valiente para todo, pero no para el amor.
Agaché mi cabeza al escucharlo. Usualmente me pondría a insultarlo o a sonreír ante la verdad que dijo, pero era tan cierto, era algo de lo que nunca quise hablar, o mejor dicho aceptar. Abby Morgan podría combatir contra un dragón, pero nunca sería lo suficientemente valiente para el amor. Es la verdad y no pienso discutir por ello.
— Y por esa mierda termine rompiendo tu corazón.
— Y agradezco que hayas sido tú—se levantó de la silla y se dio la vuelta para irse—, pero ahora no puedo seguir intentando que entre nosotros haya algo cuando sé que tú estás enamorada de alguien más—fruncí el ceño y el me miró incrédulo—. Vamos, Abby, no pongas esa cara. Siempre que los veía a Luke y a ti había algo, una chispa que solo ustedes dos tenían—suspiré—. Deberías decirle que lo quieres, no creo que él te falle, esta tan enamorado que creo que sería incapaz de lastimarte, por eso tampoco te diré que te estaré esperando, porque, aunque sea verdad, yo voy a intentar seguir con mi vida y buscar a alguien que si me ame—hizo una mueca y antes de salir de la cocina se despidió de mi con un frío "Adiós".
