Youjo senki volumen X

CAPITULO 18: LA PASION DEL LIDER

Durante todo el día, todas las estaciones de radio habían estado ocupadas con actualizaciones de noticias sobre el empeoramiento de la situación. Las personas que escuchaban la estación RN-4 fueron sorprendidas cuando el locutor de repente se detuvo y dijo que había algún tipo de disturbio en el estudio, de pronto fue seguido por el sonido de disparos, gritos y lucha física. Después de unos minutos más de confusión, llegó una nueva voz en la radio.

-¡Escuchen camaradas cualquiera que tome las armas contra el nuevo gobierno, u ofrezca ayuda a nuestros enemigos, será fusilado! ¡A los que dejen las armas y se rindan se les mostrará misericordia! ¡Trabajemos todos juntos para crear un mejor país de verdadera justicia e igualdad!-

Esta transmisión fue, por decirlo menos, algo prematura. Comenzó a las 6:23 pm. Para ese momento, la Cancillería había sido destruida, todos los magos rojos habían muerto, el Ejército Prusiano había entrado en Berun, los magos aéreos del Batallón de Hadas llovían la muerte desde arriba, y Tanya Degurechaff estaba muy, muy muy viva.

Aunque Levi no lo sabía, su revolución ya estaba condenada.

XXX

Tanya vio a un escuadrón de seis soldados irrumpiendo en una tienda de la esquina y saqueándolo. Este fue sin duda un triunfo heroico de la dialéctica contra las fuerzas de represión y conservadurismo. O bien, un grupo de pobres que tenían fusiles decidieron aprovechar el caos para robar el lugar.

Podría haberlos matado fácilmente desde arriba, pero decidió divertirse un poco. Ella aterrizó justo afuera de la puerta rota de la tienda. Los rojos estaban tan ocupados ayudándose que ninguno de ellos se dio cuenta.

-¡Saludos camaradas!- Tanya gritó con una gran sonrisa en su rostro. -¿Cómo va la lucha contra los cerdos capitalistas?-

Todos se detuvieron y saltaron. Cuando la miraron con claridad, vio el horror en sus caras. Los hombres comenzaron a disparar, pero las balas rebotaron en su escudo mágico. Se quedó allí parada por un momento y simplemente los dejó disparar. Su pánico y terror al darse cuenta de que era inútil la hizo querer reír.

Ella trajo su MP-40, ya estaba en modo automático. -Adiós camaradas, saluden a Marx de mi parte-.

Apretó el gatillo y vació su revista, cortando a los seis hombres. Tanya luego expulsó el mag vacío y abofeteó uno nuevo. Mientras hacía esto, apareció un séptimo comunista que se había escondido detrás del mostrador. Le arrojó una granada. Golpeó su barrera, y cuando rebotó explotó, llenando momentáneamente el aire con fuego y humo.

-¡Aaaaahhh!- Gritó Tanya.

El hombre se inclinó hacia delante, con una expresión de esperanza en su rostro. Cuando el humo se disipó, ella todavía estaba allí, intacta.

-Es broma-, se rió Tanya.

En lugar de dispararle, agarró su cuchillo largo y voló hacia él. Ella golpeó su espada en el costado de su cuello con tanta fuerza que llegó hasta la empuñadura. Su sangre brotó sobre su rostro y bajó por la parte delantera de su uniforme. Retiró su cuchillo y lo limpió cuando el rojo se derrumbó en el suelo para ahogarse en su propia sangre. Una vez que su espada estuvo limpia, la deslizó nuevamente dentro de su funda. Se dio cuenta de que había algunos chocolates a la venta, agarró un puñado antes de irse.

XXX

El Batallón de Hadas se había dividido en escuadrones de tres. Se extendieron por todo Berun y comenzaron a atacar a todos los hombres armados que vieron con rojo. El ejército había llegado de Fort Moltke y se ocupaba de las cosas en el suelo. Panzers individuales caminaron lentamente por diferentes calles, usando sus ametralladoras contra el enemigo, literalmente la muerte caminaba por las calles de Bernun; Sus cañones permanecieron en silencio, la opción tres para el plan para reprimir una revuelta comunista era asegurar a Berun con el mínimo de daños colaterales. La artillería y los cazas no estaban siendo utilizados, y los panzers no podían disparar sus cañones sin una orden directa del general al mando. Los magos también habían recibido instrucciones de no usar hechizos de artillería, excepto en las situaciones más extremas.