Time Of Sorrow || Han Seungwoo

Howlin [2]

Entramos a aquel garaje lleno de amigos de Yuvin y como es normal en él, al momento desapareció dejándonos a solas a mí a Seungwoo, que era precisamente lo que menos necesitaba.

— ¿Quieres tomar algo? - Me preguntó.

— No me gusta beber. ¿Y tú bebes?

— Raramente bebo y aún así creo que jamás podrás verme borracho. - Sonrió achicando sus ojos.

— Genial, me gustan los chicos que no beben, ni fuman. - Y al ver la cara de curiosidad que puso, entré en pánico por un momento. — A ver, no me refiero a que tú... Osea, que no es como si tampoco... Es que sería raro, ¿No? Mierda, no he dicho nada coherente. - Y comencé a reírme, porque es lo que suelo hacer cuando estoy nerviosa y a taparme la cara con el pelo. Maldita sea no sabía dónde meterme y no conocía a nadie para escabullirme.

— Eh, Alice. - Seungwoo agarró mis hombros y me volvió hacia él, buscó mi mirada con sus ojos, pero lo evité a toda cosa. Hasta que finalmente posó sus dedos delicadamente en mi barbilla consiguiendo así que ambos hiciésemos contacto visual. Podía sentir mi corazón machacando mi caja torácica. Me congelé, pero estaba ardiendo.

Y él... Parecía tan relajado, entonces mi subconsciente empezó a arrojar piedras.
Esta así de relajado porque te considera como su familia, como cuando comenzó a llamarte prima porque eras la prima de su novia. Eres una irrelevante, una persona más del entorno de la chica que le puso los cuernos. ¿Cómo si quiera puede mirarte a los ojos?
Esos pensamientos, esas voces, ese eco...
No podía respirar. Me estaba asfixiando.

— ¿Alice? ¿Ali? Eh, mírame. Vamos a salir.- Seungwoo agarró mi mano y me sacó de aquel garaje con música cutre.

Al sentir el aire fresco volviendo a mis pulmones conseguir aliviar un poco la ansiedad. Hacía tanto tiempo que no me daba un ataque de ansiedad, que no podía creer que eso me estuviese pasando justo en ese momento. Realmente quería apalearme a mí misma.

Seungwoo siguió a mi lado por un buen rato. Cuando me di cuenta, él estaba secando mis lágrimas, pero no tenía fuerzas si quiera para alegrarme por eso.

Lo miré a los ojos, pensando en lo mucho que lo quería y en la de veces que he pensado que lo mío por él no es amor sino obsesión. Aún así... No es como si de la noche a la mañana decidiese estar enamorada o algo así de él. Simplemente, surgió.

El día antes de saber que Han Seungwoo era el nuevo novio de mi prima, yo ya me había preparado unas veinte veces mínimo las maneras de confesar mis sentimientos hacia él, pero ella se adelantó. En el fondo siempre pensé, que ella sabía que yo estaba colada por él, pero como siempre fui reservada, nunca le dije, tuve que emborracharme, para hacer eso. Patético.

Desperté de esos pensamientos, cuando sentí los cálidos brazos de aquel chico rodear mi cuerpo. Mi corazón latía con fuerza y podía sentir los latidos en mis sienes. Cerré los ojos, rezando porque este momento se repitiera muchas más veces, haciéndome sentir culpable de estar pensado esas cosas respecto al ex de mi prima fallecida. Me parecía tan irreal todo. Su muerte, los cuernos que le puso al chico de mis sueños, lo fracturado que quedó aquel grupo de siete amigos... Y yo, que me quedé hecha pedazos y con una imagen completamente diferente de aquella persona a la que una vez consideré mi modelo a seguir. Aún así, siempre iba a querer a Hyerin. Porque ella me enseñó muchas cosas.

— ¿Estás mejor?

— Sí, pero no me sueltes.

— No te suelto.

Seungwoo besó mi cabeza y me apretó un poco más contra él.