-Ｉｍｐｏｓｓｉｂｌｅ- [ᴄʜᴀɴɢʟɪx]

#18

6 de agosto [2018]

La noche fue lenta para él, demasiado para su gusto. Changbin repetidas veces se levantó en medio de la noche, sin contar las pesadillas. Un gran desorden atormentaba su mente y para no alargar la explicación, simplemente no pudo conciliar bien el sueño. A causa de esto su humor a la mañana siguiente no fue de todo bueno.

—¡Felix! —alzaba la voz mientras llenaba de golpes la puerta que conducía al baño— son las cinco y media de la mañana, ¿quieres que lleguemos tarde?

—Cálmate hyung, informaron que a las seis y media teníamos que estar abajo, aún queda tiempo para darme una ducha ¿no? —entre quejas respondió.

Lo tenía harto, Seo Changbin lo hartó con sus muchas quejas acerca de todo, "¿a qué hora saldrás?" , "Es muy tarde" , "Si no terminas tendré que irme antes" "deberíamos de estar ya en el auto", entre muchas más que el material de madera que los separaba no lograba callar.
Felizmente pudo controlar sus palabras, ya que, por el contrario, lo hubiese mandado infierno desde hace mucho.

Debido a todo el griterío que su mayor formaba, se concentró en el sonido del agua cayendo, tal vez así llegaría a relajarse un poco, disfrutar de la ducha y esfumar todo lo demás a su alrededor.

Ya al terminar de cambiar su pijama por algo más decente, salió del baño con toalla y manos puestas en la cabeza intentando secar su cabello.

—¡Al fin! Nunca imaginé que te tardarías tanto ahí dentro, —ignoró sus palabras y pasó de largo— ¡Veinte minutos Felix! ¡veinte!

Simplemente puso toda su atención en arreglar su rostro, esa era su misión. No escuchar los gritos del bajo en estatura. Eso no.

—Bajemos ahora. —habló el de cabellos anaranjados luego de pasar un rato frente al espejo.

Abrió la puerta y apresuró sus pasos, esperando a oír otros detrás de él. No deseaba caminar a su lado hoy. Un golpe fuerte le indicó que Seo ya había cerrado la habitación, fue ahí cuando comenzó a trotar.

Llegaron a la recepción del hotel casi al mismo tiempo, obviamente el de pecas antes que el otro. Unas cuantas miradas cansadas y con ojeras los recibieron.
Esperaron un rato más a que el resto del personal llegara y después partieron rumbo a el sitio donde se llevaría a cabo el esperado gran espectáculo.

...

Nueve muchachos con camisetas holgadas y sudadas yacían sentados en el suelo del escenario tomando agua a montones. Los ensayos antes de las presentaciones eran terriblemente agotadores.

—Todo sea por Stay, —Chan mostró una sonrisa, desapareciendo los ceños fruncidos de algunos de sus compañeros— solo imaginen las caras que podrán al vernos.

Sonrieron.

De la nada, Felix notó que cierta persona había desaparecido, comenzó a buscarlo con la mirada. Quiso preguntar a alguien sobre su paradero, mas olvidó la idea al verlo caminar hacia una persona perteneciente al staff que lo llamaba con señas. Pasaron unos minutos y volvió, traía la cara asustada, preocupada. Lo pudo percibir, el que algo malo pasaba.

—¡Stray Kids a los camerinos! —una voz saliendo de los altavoces se escuchó interrumpiendo las diversas ideas que hundían su mente— los estilistas los esperan para arreglar la vestimenta y maquillaje.

—Parece inquieto, algo a ocurrido. —Minho susurró al oído de Lix al percibir también los mismo que él.

El pelinegro le echó una ojeada fugaz a Yongbok y continuó caminando hasta llegar con la señorita que le daría estilo a su cabello. Aún más, cuando sus ojos coincidieron confirmo sus sospechas.

...

El concierto se dio si algún inconveniente. Nada de lesiones, caídas o problemas con el sistema. Todo transcurrió con normalidad. Antes de lo pensado ya estaban devuelta en el hotel disfrutando los alimentos que compraron antes en el supermercado. Era de noche, ya tarde.

—Estas muy callado, ¿por qué? —preguntó al pelinegro ya en la habitación.

—Ocurrieron algunos unos inconvenientes, es todo. —llevándose una cucharada de comida a la boca respondió.

Felix pensó que la explicación no era muy detallada. No quería dar detalles, era algo malo entonces.

—¿Dentro de cuanto volveremos a Corea? —habló luego de unos minutos.

—Dos semanas tal vez...

Asintió, volviendo a concentrarse en terminar el plato de ramen.

—Duerme ya Felix. Será mejor descansar lo antes posible.

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