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Había pasado un año.

Su mejilla apoyada en la empañada ventana del auto y una sonrisa de paz era señal de que había logrado superarlo. Él era feliz, después de mucho tiempo el dolor se estaba esfumando. Le encantaba esa sensación de sentirse renovado y libre nuevamente, por lo menos poco a poco.

—¡Hey Felix!

Y por supuesto los chicos habían sido de mucha ayuda con su estabilidad. Sobretodo el chico que ahora mismo le hablaba.

—¡Chan! —saludó emocionado con un abrazo cuando lo vio entrar al auto.

Hoy mismo, por la mañana, el líder había salido a tener una reunión sobre su nuevo álbum y más tarde tendrían un encuentro personal con los productores.

Se le veía muy emocionado.

—Debes estar nervioso. El staff dijo que había una sorpresa para nosotros, me siento presionado.

Chan se limitó a asentir mientras ocultaba una sonrisa algo avergonzada. No era precisamente eso lo que lo tenía nervioso.

...

Ya en la parte exterior del edificio, donde habían acordado reunirse, escucharon música y murmullos. Se miraron con fulgor y entraron con un estilo descuidado.

—¡Sorpresa! —gritaron decenas de voces.

Había un gran pastel con su logo impreso en él, dulces y globos. 

Le ofrecieron la mano a cada miembro y felicitaron por el nuevo lanzamiento. 

Sí que había sido una gran fiesta, y como en toda gran fiesta los tragos no podían faltar. Algunos miembros se centraron en eso, sin embargo a Felix y Jisung les atraia más la comida gratis.

—El alcohol me hace sudar. Salgamos a tomar aire. —propuso un Jisung algo desaliñado.

Y Felix por supuesto aceptó.

—¿No te parece extraño que hayan tantas personas?

Pero a estas horas de la tarde y con mucho olor a licor encima, Jisung y su lengua alcoholizada eran los únicos que participaban de la conversación.

—...molesto blablabla porque Minho me dijo que habrían menos invitados y a mí no me gusta que hayan muchos invitados.

Entonces Felix decidió que lo mejor sería llevarlo a la camioneta para evitar conflictos. Pero la pregunta era ¿cuál era su camioneta?

—Estaba por aquí...

Y sí, ahí estaba la gorra de grupo que todos tenían, pero al único que le gustaba usar era Seungminie.

Dejó acostado a su amigo cubriendo su rostro con esa misma gorra y después salió a avisar a los otros que estaría ahí un rato.

—Innie. —llamó al más fiable—. Estaré en el auto con Jisung.

—¡Esta bien hyung!

Confiaba en él.

En lo que no confiaba era en la cordura de sus otros compañeros luego de una copas. Por eso mismo camino a la camioneta pensó que sería una gran idea tomar una siesta mientras esperaba.

Si... eso pensaba.

Pero el joven con gorra, lentes y sudadera negra que quería mover a Jisung de su asiento parecía MUY sospechoso.

Y aprovechando que estaba de espaldas Felix se armó de valentía y le proporcionó unos golpes que lo dejaron tirado en el suelo.

—Hasta querías llevarte nuestra gorra... vaya ladrón.

¿Cómo se atrevía?

—Felix. —llamó adolorido.

Un ladrón nunca lo llamaría Felix.

No lo abrazaría ni lloraría como ahora este muchacho estaba haciendo.

Después de todo era el auto equivocado ¿no?

—Changbin.

—Felix.

¿Podría ser real? ¿por qué estaba ahí?

—No quería encontrarte Felix. No quiero soltarte ahora.

—¿Por qué estás aquí?

—Adivina quien hizo lo posible para que tengas más líneas esta vez.

Se estremeció al oír eso.

—¿Cómo?

—¿Te gusto más cómo productor?

Changbin no había cambiado esa parte de él, seguía siendo un tonto con quien se podía coquetear en cualquier momento y eso le sacó una pequeña sonrisa a Felix.

El corazón no dejaba de palpitar con mucha fuerza, no podía calmarse mientras él lo tenía atado a sus brazos.

—Creí que nunca te volvería a ver.

—Felix...

Le sururró anhelando llegar a él.

—Lo siento.

Y Changbin había comprendido que con Felix era suficiente ese "lo siento". ¿Para qué recordarle todo por lo que le pedía perdón ahora?

No podía romperle el alma de nuevo.

Y era cierto, Felix por fin sintió un verdadero alivio al escucharlo. Esta vez era real, no era una falsa promesa como las que tantas veces antes le había hecho.

Changbin le estaba asegurando que ahora todo estaría bien.

—Te amo Felix.

...

Cuando Chan llegó al auto ya era muy tarde. Su misión de confesarse había sido un fracaso total.

Lo supo en cuanto escuchó tres palabras más provenientes de su mejor amigo...

"Volvamos a empezar".

Entoces se guardó los chocolates, las palabras y las amargas lágrimas. Y volvió a la fiesta.

-Impossible- [ᴄʜᴀɴɢʟɪx]Where stories live. Discover now