29

76 14 8
                                    

Por fin lunes, aunque para los cinco chicos erá su peor pesadilla.
Después de dos días de descansó regresaban a sus clases.

— Flake hoy es día de ir a consulta.

— ¿Si, por qué?.

— Estoy seguro que saldrás bien.

— ...Sí verdad...

— ¡Ja mein liebe!.

...

Todo iba tranquilo, pero Paul seguía sin aclarar sus dudas por que Richard le contó aquello. De verdad es amor.

— Reesh.

— Hey Paul todo bien.

— Oh Lena, todo esta en orden.

— Te vez... preocupado.

— Es por qué... el examen se aserca.

— Siempre tienes buenas calificaciones. ¿Cuál es el problema?.

— Ni yo sé... tal vez estoy estresado.

— Ya, pero aún así.

— Todo esta bien, te lo prometo.

— Te creó.

— Quieres tomar café conmigo.

— Con mucho gustó, mi Paul.

— Nosotros también vamos verdad Oliv.

— Dejalos es su primer cita ¿verdad?.

— Oh... por supuesto.

— ¡Cita! —dijo Paul exaltado.

— Sí, c-i-t-a.

Oliver y Christoph reían por ver a su amigo apenado y exaltado, mientras que Alena, le brillaban sus ojitos por la emoción.

— Yo no dije nada.

— Pero... no es una cita... es de... amigos...

— Vamos, hombre es juego...

— Vale...

...

Till y Flake pidieron permiso para poder salir temprano, la consulta es exactamente en la hora de recreó. Y ambos ya estaban esperando pasar con el doctor Erick.

— Christian Lorenz, el doctor Erick ya lo espera.

— Gra... gracias.

Cómo borrar lo que siente en éste instante, hace veinte minutos le había mandado mensaje a Erick que no le dijiera nada sobre... su partida pero cómo ya lo conoce sabía perfectamente que lo ignoraría. Provocándole náuseas.

— Vamos cielo.

Entrando Flake miró suplicante a Erick mientras que él lo evadía.

— Till... Lorenz.

— Hola Erick, tanto tiempo sin vernos.

— Ya entrañaba esa cara tuya.

— Te traigo mi foto.

— Excelente. Bien Christian tus papeles.

— Toma.

Estiró su mano izquierda entregándoles los papeles, al abrirlo encontró una nota. Sin pensar lo abrió.

Erick, por favor no le digas nada... no es el momento adecuado. Te lo ruego.

— Y cuándo será.

Flake quedó pálido al escucharlo, mientras Till no entendía lo que sucedía.

— Bueno... aquí dice que sales bien no hay ningún riesgo.

— Te lo dije cielo.

— Ge... genial.

Sonrió aguantándose las ganas de llorar, miró a Erick quién lo vió con furia.

— Es todo. Till nos dejas un momento a solas.

— Por supuesto. Ahora vuelvo bebé.

— Sí Till.

Y asi fue, el pelinegro salió, cerrando Erick se puso de pié. Caminando a donde Flake estaba sentado lo miró.

— Escuchame es la última vez que digo esto... ahora largate.

— No te puedes enojar...

— Sí, si puedo ahora largó.

— Erick.

— Christan largaté ahora.

Flake con el corazón partido salió. Cerrando la puerta Erick suspiró.

— Adiós  Christian... mi amor.

 Ich will deine liebe (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora