Capítulo 2.2

7.7K 1K 420
                                    

Boo Seungkwan era un chiquillo interesante, tan alegre que cuando sonreía parecía que iba a explotar y a salir volando, o eso se le figuró a Jihoon. Quizás era porque él no siempre era la persona más animada del mundo, de hecho prefería quedarse en casa en lugar de salir a fiestas o conocer gente, le gustaba quedarse en su habitación escribiendo absurdas canciones que nunca llegaba a cantar. Pero Seungkwan parecía distinto, incluso él conocía a varias personas importantes.

—Mis hermanas estudiarán en una escuela de música— Habló Seungkwan mientras pelaba las mandarinas que había traído con él, a Jeonghan parecían gustarle porque había comido más de dos. —Y bueno, esta es la mejor escuela de la que escuchó mi mamá para mí, ella dijo que cuando me graduase me conseguiría un buen contrato para poder cantar en musicales. Me gustan los musicales, pero me pone un poco nervioso.

Y Seungkwan era una persona que contaba toda su vida.

—Seungcheol me llevó a algunos— Dijo Jeonghan tomando la tercera mandarina. ¿Cuántas malditas mandarinas? —Pero me aburrí en la mayoría y termine por quedarme dormido. ¿y tu Jihoon? ¿has ido a uno?

—No, y tampoco tengo intenciones de ir a uno.

—¡Ya! ¡Cuando actué en uno tendrás que ir!— Seungkwan casi gritó un poco emocionado, el chico realmente parecía una caricatura, Jihoon no pudo descubrir si eso le agradaba. —no es emocionante?— Preguntó Seungkwan con un tono de voz distinto, como si de repente cambiara de tema. —Nunca había estado tan lejos de mi familia.

Lejos de su familia. Jihoon nunca fue a campamentos o se quedó en casa de amigos cuando era pequeño, él siempre estuvo confinado a su habitación, en su casa junto con sus padres que jamás lo veían directamente. Tenían personal de limpieza y Jihoon tuvo una nana que lo trataba con cariño, pero nunca conectó lo suficiente con ellos. Su hogar siempre fue frio, pero era suyo, era su lugar despues de todo. Sin embargo ya no estaba ahí, y sus padres tampoco.

Se sintió un poco liberado. Eso hasta recordar que estaba en una cárcel disfrazada de escuela.

—Yo tampoco.— Habló Jeonghan. —Creo que voy a extrañarlos, mis padres y mi hermano siempre están sobre mí, será raro no tenerlos alrededor. Es un poco solitario ¿no crees?

Solitario. Jihoon siempre fue así. Encontrarse con la amable sonrisa de Jeonghan fue un sentimiento agridulce, le gustaba verla, pero le causaba cierto malestar por no poder entenderlo del todo. Jihoon no estaba ni cerca de pensar que extrañaría a sus padres. Extrañaba su lugar, su esquinita del mundo, pero no a sus padres. Estar con ellos era como estar solo.

—Pues aquí hay más personas en mi habitación que las que suele haber.— Su voz salió extrañamente monótona, pero Seungkwan y Jeonghan rieron un poco.

—¡Voy a extrañar mi cama!— Se quejó Seungkwan dejándose caer de espaldas en la cama de Jeonghan. —¡Mi cuarto es más acogedor que estas frías paredes! Y no tengo que dormir con extraños.

—Bueno, por suerte yo dormiré con el prometido de mi hermano mayor.

A Jihoon le recorrió un pequeño escalofrió, cuando Seungkwan lo dijo sonó adorable, como cualquier otro berrinche, pero en la voz de Jeonghan sonó... extraño, como si debajo de las simples palabras hubiera algo más. Cuando su mirad chocó con la de Jeonghan este le sonreía como un niño que acabase de romper algo.

—¿Te vas a casar?— Seungkwan casi saltó sobre Jihoon. —¿No eres demasiado joven? ¿Tus padres te dejarán?

—Mis padres escogieron que me casaría.— Alejó al niño con una sola mano. —No es nada interesante realmente, solo tontos acuerdos.

El omega perfecto [Seventeen]Where stories live. Discover now