El omega perfecto [Seventeen]

Capítulo 20.3

Wonwoo tenía que explicarle calmadamente a Mingyu que habían tenido una linda cachorra de la noche a la mañana. Por esa razón intentó calmarse y verse bien, demostrarle a Mingyu que a pesar de haber tenido a una bebé él seguía viéndose bien ¿verdad? Había dormido un poco antes, pero sus ojeras y algunos golpes no habían desaparecido. Así que intentó mantener una actitud relajada e indiferente, como si no le importara su apariencia o verse bien para Mingyu.

Aunque claro, Mingyu estaba ignorando sus esfuerzos siendo incapaz de separarse de él, el alfa lo estaba abrazando desde hacía varios minutos murmurándole lo preocupado que estuvo y lo cuanto lo amaba. Estaba comenzando a aburrirse, de vez en cuando Mingyu se apartaba para dejarlo respirar y repartir suaves besos infantiles alrededor de su rostro, pero eso pasaba cada que Wonwoo se dejaba caer con cansancio y comenzaba a ser arrastrado por Mingyu. Incluso Jihoon y Jeonghan habían salido de la habitación por la incomodidad. Y porque en los primeros minutos discutieron acerca de lo que Wonwoo podía y no podía hacer con el corazón de Mingyu.

—Por favor, no te escondas de nuevo de mi.— murmuró Mingyu, y la primera vez que lo hizo Wonwoo se sintió fatal, a la quinta ya estaba acostumbrándose. —Soy tu alfa, confía en mi, voy a protegerte de todo.

—Ajá...— dijo Wonwoo despues de haberle dicho unas seis veces que no lo haría de nuevo y que confiaría en él. —¿ya me sueltas?

—No.— Dijo Mingyu con un pequeño puchero en sus labios que Wonwoo besó. —Dime que fue lo que pasó, estaba muy preocupado por ti.

—Acerca de eso...— Wonwoo lo tomó de las manos llevándolo hasta la cama, lo sentó y él se mantuvo de pie. —Tenemos que hablar.

Decirle a Mingyu de su cachorra lo ponía un poco incómodo, no quería que nadie viera a la niña, ni siquiera quería soltarla, si lo hizo fue para alejarla un momento y saber que haría con Mingyu. Al final se decidió por decirle, porque era el padre, porque tenía derecho, y porque si lo iba a dejar Wonwoo tenía que tener un plan b para encerrar a Mingyu y prohibirle desaparecer de sus vidas. Y también... Tuvo que enfrentarse mucho con el pensamiento de que Mingyu podía irse, y que podía llevarse a su bebé mientras que Wonwoo estaba encerrado en ese lugar.

Nunca antes había dudado del amor de Mingyu, hasta el día anterior. Ahora tenía a una cachorra que cuidar, y le importaba que el alfa la amara tanto como lo hacía Wonwoo, pero también le importaba saber que no la alejarían de él, que su bebé sería suya y no lo apartarían de ella. Sabía que no podía llevarla a casa, su padre era un hombre horrible, pero... si no la llevaba a casa ¿Dónde la iba a dejar? Nadie podía darse cuenta. Y por eso tenía que asegurarse que Mingyu lo amara, y la amara a ella.

No quería que lo alejaran de su cachorra, por eso tenía que confiar en su alfa para que se hiciera cargo de ella hasta que pudiera salir. No había forma que la dejara en la escuela. Miró a Mingyu directamente a los ojos y lo tomó de las manos.

—¿me amas?— preguntó directamente. Mingyu asintió sin dudarlo. —¿seguro?— Mingyu volvió a asentir. —¿nunca lo has dudado?

—No, ni una sola vez desde que te confesé que te amaba.— Mingyu extendió su mano hasta tomar la mejilla de Wonwoo, le sonrió con ternura, como si realmente no lo dudara. —Te amo, Wonwoo.

Wonwoo suspiró apartando la mirada. Mingyu lo amaba... o era excelente mintiendo. Wonwoo no sabía que pensar en ese punto.

—Entonces dime donde está tu familia.

Mingyu lo miró por varios segundos sin decir nada hasta que exhaló, una peque risa salió de sus labios y su mirada cayó sobre las manos de Wonwoo las cuales alzó para besarlas. De pronto Mingyu se detuvo, su rostro cambió completamente de un segundo a otro y alzó la mirada comenzando a olfatear. Wonwoo miró a techo confundido hasta que lo entendió.