Proyecto Venus

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—¿Algún sabor en especial?

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—¿Algún sabor en especial?... ¿señorita?...

—Oh, no. Gracias, solo entré por curiosidad. ¡Vaya que tienen demasiados! Me pregunto si los clientes se saturan con esta infinidad de opciones.

—Tener demasiadas alternativas los obliga a pedir sus viejas confiables, como, por ejemplo —se inclinó sobre el mostrador—; chocolate, vainilla y mango. ¿Te gustaría probar alguno?

—La verdad estoy corta de tiem...

—Saldremos de la monotonía, mira, estoy más que seguro que esta combinación de sabores te fascinará —le ofreció una paleta con una muestra de helado sabor a coco y dulce de leche.

Victoria terminó cediendo. Aquel sabor invocó un placer en su paladar que no sabía que podía experimentar. Sus ojos se cubrieron con una fina capa de encanto como si estuviese apunto de llorar de felicidad.

—Esa era la expresión que buscaba —el muchacho sonrió, y Victoria asoció el color de sus labios con helado de frambuesa—. Déjame invitarte uno, vamos. Así te lo vas comiendo a donde sea que vayas y que mi buen gusto te traiga de vuelta..., aquí tienes, y ten unas servilletas extras.

—Primera vez que me invitan... algo. Gracias. Ahora sí me tengo que ir.

—Regresa pronto.

Victoria volvió antes de abandonar la tienda.

—Espero hacerlo.

Victoria recorrió con su mirada sobre el rascacielos 'El Péndulo' erguido al otro lado de la avenida. No logró estibar su pararrayos, en caso que tuviera, pues sus cimientos penetraban una espesa capa de nubes curiosas como el concepto de esa noche.

Victoria se dirigió al paso peatonal y, antes de cruzarlo, le ofreció su postre intacto a un carismático indigente, quien se hallaba pidiendo dinero o comida sobre un viejo colchón. Entre sus piernas dormitaba un pequeño poodle negro, o quizás había sido blanco meses atrás. El sujeto le agradeció con todo su ser y despertó al animal para darle a probar.

Finalmente, Victoria se detuvo frente a la entrada del edificio 'EL PÉNDULO CENTER & CO'. Observó el interior de la recepción a través del cristal, y de pronto sus puertas se abrieron automáticamente para ella.

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Oasis NocturnoWhere stories live. Discover now