Sin Enamorarnos

2.Draco Malfoy

Draco Malfoy seguía siendo el muchacho altanero, presumido y arrogante de siempre, a pesar de los constantes insultos hacia él por parte de los demás estudiantes. Cada vez que lo veían pasar, se escuchaba entre susurros, "asesino","mortífago","vete de aquí", pero siempre seguía su camino ignorandolos. Él ya no buscaba a los demás para pelear o insultarlos, pero cuándo no eran susurros y alguien se atrevía a decirle cosas a la cara y provocarlo, nunca se quedaba con la palabra en la boca, a pesar todo seguía siendo Draco Malfoy.

Cuándo sus amigos querían molestar a algún estudiante, él se corría, no quería ese tipo de vida de nuevo, después de todo, durante la guerra, hizo cosas horrendas, cosas que prefería olvidar, aún se llevaba bien con ellos, pero algo dentro de él había cambiado y jugar al chico malo ya no era para él, porque durante mucho tiempo, de verdad fué un chico muy malvado. Tanto que tenía pesadillas cada noche, imágenes violentas que se repetían una y otra vez y que lo atormentaban sin cesar.

Harry estaba en la biblioteca con sus amigos, Hermione buscaba información de un antiguo artefacto que les habían enseñado en clases de adivinación, Ron y Harry estaban uno a cada costado, de pronto a unas mesas de él vió a Draco sentado leyendo, estaba solo, últimamente se le veía así.

Harry no les había comentado a sus amigos de su fugaz encuentro en la torre de astronomía, sentía que esa versión sincera de Draco que vió, sólo podía conocerla él .

Habían pasado varios días desde la ruptura con Ginny, seguía doliendo, pero sabía que tenía que seguir adelante.

Cada vez que se encontraba con ella, la evitaba, cambiaba su camino o fingía que no la había visto. Ella intentaba a veces hablarle y otras simplemente lo imitaba y seguía su camino. 

Cuándo Ron quiso hablar con él de ese tema, Harry no se lo permitió, Ron tu y yo hemos sido amigos desde mucho antes de mi relación con tu hermana, así que éste asunto no tiene nada que ver contigo, tu sigues siendo y siempre serás mi hermano, habría dicho sin dejar lugar a réplicas, por lo que, el trío dorado seguía siendo inseparable.

Sus ojos no dejaban de pasar desde el libro de Hermione a Draco, a cada rato, veía como los grises ojos de Draco miraban fijamente el libro es sus manos, entonces recordó que desde ese día en la torre, traía encima la varita para regresarla.

De pronto Ron y Hermione comenzaron a hablar en tono cómplice entre ellos, esto a Harry no le molestaba en absoluto, pero dada la ocasión aprovechó para acercarse a saludar al Slytherin y devolverle así la varita que le había quitado tanto tiempo atrás.

— Hola — saludó en voz baja.

- Vaya, vaya, con que el momento meloso de tus amigos te ha incomodado. ¿Te aburriste de tocar el violín Potter? - Respondió en tono sarcástico Draco.

- Wow, si que eres increíble - dijo molesto, sacando la varita de su bolsillo y mostrándosela en el aire - Creo que hoy tampoco la devolveré. - Comenzó a caminar hacia sus amigos, que aún no notaban su ausencia.

- Potter... - dijo Draco muy bajo, inclinándose hacía adelante, Harry se giró- No seas idiota, sábes que te mueres por seguir teniendo una excusa para hablarme- sonrío, se acomodó y siguió leyendo su libro.

Harry quedó paralizado un segundo, miró cómo aquel muchacho rubio siguió leyendo como si nada. ¿Qué acaso no sabía que él era Harry Potter? ¿Que las chicas se mueren por él?¿Qué todo el mundo hacía lo que él quería? Si bien todo eso le molestaba mucho, era la realidad, entonces ¿Por qué?. Draco no era como los demás, él no correría tras Potter cuándo éste lo quisiera, Draco jamás le daría amortentia, él no quería ser su amigo, a pesar de todo lo que habían vívido juntos en tiempos de guerra. Eso a Harry, aunque era extraño, le causaba una gran satisfacción.