3.Con que ¿Así quieres jugar?

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A la mañana siguiente, Harry estaba decidido a llevar su plan a cabo, aprovecharía las prácticas de quidditch para lograr que Draco aceptara su propuesta.

Estaban practicando los equipos de Slytherin y Gryffindor en el campo, ya no se formaban peleas por éste, sólo se dividían el campo a la mitad y todos contentos. La nueva camaradería en Hogwarts era algo que a los profesores los tenía muy agradecidos.

— ¡Ey Malfoy! — gritó Harry al otro lado del campo.

Draco lo miró con una sonrisa, pero no respondió su llamado.

- ¿Qué haces? ¿No crees que es demasiado temprano para pelear con él?- le decía Ron mientras Harry le daba la espalda.

- No quiero pelear, solo quiero jugar - dijo mirando detenidamente al rubio que se elevaba en su escoba.

- Harás que nos descuenten puntos, ya déjalo en paz, te comportas como un mocoso. - Ron volvió con los demás.

A Harry le tenían sin cuidado los comentarios de su amigo, de su amiga y de todos los demás. Todos los alumnos notaban esa extraña actitud de él, antes siempre era Draco quién lo buscaba, ahora la historia era al revés, no lo dejaba tranquilo, siempre buscando alguna excusa para pelear. En cambio Draco, ya no buscaba conflictos, cuándo Harry lo provocaba sólo le respondía de la manera habitual, no dejándose atropellar, pero siempre dando lugar a una revancha.

Elevó en su escoba en dirección a Malfoy.

Hermione y Ginny observaban las prácticas habitualmente, ambas miraban al chico que les gustaba. Ginny a pesar de haber sido ella quién terminó la relación, aún estaba enamorada de Harry, simplemente se le hacía difícil lidiar con toda la atención que éste llamaba. A pasar los días se arrepintió de su decisión, pero cada vez que intentaba hablar con él, simplemente la ignoraba, por lo que no habían tenido la oportunidad de conversar nuevamente.

A lo lejos veía como Harry perseguía a Draco, esta actitud hacía crecer más y más una presión en su pecho, en el fondo sintió que lo estaba perdiendo.

— ¡Oye! — gritó Harry a Draco, acercándose en su escoba velozmente.

— Rayos Potter, ¿Por qué no me dejas en paz? — contestó altanero Draco.

— Si no mal recuerdo fuiste tú quién me dijo que no me dejaría en paz hasta recuperar su varita, pero no has intentado quitármela.

Draco sonrió. 

- Eso es cierto, no he intentado quitártela, pero no significa que te he dejado en paz - Volaba en círculos alrededor de Harry - Sé cuánto me miras, estás pendiente de mi, de lo que hago y dejo de hacer, ¿Crees que no noto tus ojos puestos en mi cada día? No digas que has estado en paz, cuándo se nota que piensas mucho en mi, que no salgo de tus pensamientos.

Harry quedó helado, pensó que había sido discreto, pero veía que no.

- Potter, siempre has tenido tu mirada sobre mi, desde el principio, por eso sé cuando me miras, lo siento, aquí... - pasó sus dedos por la nuca de Harry de manera que casi parecía una caricia.

Harry se estremeció, sintió la misma corriente que las noches pasadas. Recordó el pequeño incidente con su "amiguito" y cómo tuvo que solucionarlo con la imagen de Draco en su cabeza.

— No te creas tanto Malfoy— respondió Harry con algo de nerviosismo en su voz.

- Que tonto eres Potter, yo no me creo, yo soy. - Sonrió seductoramente y comenzó a volar al rededor de la cancha.

Harry sintió que Draco quería seguir esa pequeña conversación, por lo que empezó a volar tras de él.

- ¿Qué le sucede a Potter? - Preguntó uno de sus compañeros de equipo a Ron.

Sin EnamorarnosWhere stories live. Discover now