5.Confusión

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Draco se dirigió hacia los dormitorios de Slytherin, caminó lo mejor que pudo considerando la punzada que palpitaba en su trasero con cada paso que daba.
Llegó a su habitación, se puso pijama y se acostó mirando el techo.

— Y ¿Cómo estuvo? — se escuchó una voz baja cerca de su cama.

— Blaise — Se sorprendió — ¿de qué hablas?

— No te hagas, traes puesto "acabo de tener sexo" por todo el cuerpo, no me engañas, ¿Con quién fue? No creí que alguien en esta escuela te llamara lo suficiente la atención cómo para querer hacerlo.

Draco estaba impresionado, Zabini lo conocía muy bien, no por nada eran amigos de tantos años. Volvió a mirar al techo.

— En esta escuela nadie llama mi atención — se calló.

— Nadie excepto... — Zabini dejo la frase a medio terminar.

— Excepto Potter — Draco sonrió.

Zabini lo sospechaba desde el principio, le parecía extraño que después de tanto tiempo no quisiera recuperar su varita desde el inicio de clases. Sabía que su amigo había pasado cosas terribles en manos de quién no debe ser nombrado y que por eso su visión de la vida era diferente ahora, de hecho, todo el grupo de amigos estaba encajando en el nuevo Hogwarts. Pero Draco siempre sería un orgulloso Malfoy, imperturbable, estoico. Sólo con Harry Potter se portaba como un crío, sólo con él dejaba ver su lado infantil, desde siempre.

— ¿Te acostaste con Potter? — preguntó incrédulo.

- Dilo más fuerte, en Hufflepuff no te escucharon idiota.

— Lo siento — rio y se acomodó en la cama para estar más cerca — pero ¿Cómo pasó? —bajó aún más el tono de su voz — Si apenas te ve, te busca para discutir. 

- Mi querido Zabini, ¿acaso no sabes que es la tensión sexual?- arqueó una ceja el dragón.

— Eh, no, creo que olvidas que tú eres el único puto por aquí— se rio — Yo cuando quiero follar lo hago y ya, no ando con rodeos.

— Idiota — dijo mientras se sentó y le lanzó un cojín. — La tensión es mucho más excitante.

— ¿Y fue bueno? ¿Qué se siente poseer al salvador del mundo mágico? Debió ser genial hacerlo morder la almohada. — dijo divertido su amigo.

— De hecho, fui yo el que la mordió — respondió Draco tirándose dramáticamente en su cama.

- ¿Qué?¿Tú?¿Por qué?- Estaba realmente sorprendido - ¿El príncipe de Slyterin, "abajo" de un Gryffindor?.

— No lo sé, se dieron así las cosas, en fin, no volveré a tener sexo con él, a menos que le dé un entrenamiento intensivo — dijo tapándose y girando al lado contrario de su amigo.

— ¿Tan mal estuvo? — se rio.

— Fue literalmente un dolor en el culo— respondió colocando una mano en su trasero.

Ambos se rieron y se dispusieron a dormir.

Por lo menos será divertido entrenarlo. Con ese último pensamiento, Draco se durmió.

En la casa de Gryffindor, un impactado Ronald Weasley aún no reaccionaba a la confesión de su mejor amigo, lo miraba boquiabierto sin poder articular palabras.

— Ron, ey, ¿amigo?

—¿Cómo? — preguntó muy confundido.

— Pues igual que con una chica, solo que usas...

- ¡Dios!- interrumpió- ¡No me refiero a ese cómo!

— Creí que me preguntabas cómo se hace con otro...

Sin EnamorarnosWhere stories live. Discover now