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Ruki despertó confundido, hasta que recordó que ahora aquella, era su nueva habitación. Suspiró, aun era de noche, no había notado el momento en que se había dormido y ahora a media noche ya no tenía sueño. Tenía demasiadas cosas en la cabeza, desde la pelea con Shou y su padre, hasta su nuevo hogar. ¿En qué momento había terminado así? En el departamento de alguien que ni siquiera era tan importante para su vida. Se revolvió en su cama, buscando una posición apropiada para dormir, lo cual, no consiguió.

Resolvió levantarse por un vaso con agua, mínimo eso lo podría distraer. Abrió la puerta con cuidado para no hacer mucho ruido y despertar a sus nuevos compañeros de departamento. Sin embargo, su intención quedó ahí cuando escuchó ruidos provenientes de la habitación de enfrente, no eran muy claros por lo que se acercó.

—¿Ahí? —escuchó con cierta dificultad la que parecía ser la voz de Aoi.

—Mh...amo —jadeó Uruha como respuesta.

No le tomó mas de tres segundos darse cuenta de lo que estaba pasando adentro, de inmediato sintió los colores arremolinarse en su cara y una punzada de, ¿nervios? En el estómago. Aunque quiso alejarse lo mas rápido posible, se quedó estático, escuchando.

—Ponte arriba —dijo Aoi respirando agitadamente.

—Amo, dijiste que me dejarías hacer lo que yo quisiera —reprochó su acompañante.

—Anda Uru —besos y suspiros leves—. Sabes que me encanta verte así, además, si estás arriba puedo hacer esto —por el gemido que soltó Uruha, Ruki pudo imaginar lo que había hecho Aoi—. Y además, me tienes que obedecer —rió levemente.

—Amo malo —escuchó movimiento, el cual, asumió que era producido por el cambio de posiciones.

Ruki sintió cosquillas en la entrepierna al escuchar el fuerte gemido que soltó Uruha casi segundos después, fue cuando por fin pudo alejarse, sintiendo la cara caliente y una vergüenza mayor a la erección que ahora portaba debajo de los pantalones. Claro, a cualquiera le podría pasar escuchando una situación así, después de todo era humano, ¡humano!

Abrió el grifo del agua, mojándose la cara con desespero. ¿Qué esos dos no podían tener un poco de respeto? Es decir, ¿qué les costaba esperar aunque fuera una semana? ¿Por qué durante su primera noche en el departamento? ¿Cuál era la urgencia?

Tal vez se habría molestado menos si no hubiera tenido pensamientos extraños, pensamientos de deseo ante la situación que sus oídos habían captado y no necesariamente eran con Aoi, al contrario, tan rápido que se había imaginado al castaño sobre él, haciendo lo que él quisiera. Debía admitir que aquellas ordenes de Aoi lo habían excitado, se imagino él mismo dándolas, ahora que lo pensaba. ¿Cómo es que Uruha le hacía tanto caso a Aoi? No llevaba ni un día ahí y ya se había dado cuenta que el comportamiento de esos dos no era normal, nadie por muy novio que fuera, te trataría como si...

—Fuera tu amo —completó Ruki en voz alta, no muy alto para ser escuchado—. Uruha se la vive diciéndole amo a Aoi. ¿Qué demonios está pensando? —las peores situaciones se formaron en su cabeza. Y la mas coherente que pudo pensar en ese momento fue que Aoi de cierta forma había secuestrado a Uruha y le había lavado el cerebro para que fuera su esclavo. Por Dios, ¿en que lío se había metido? Y ahora estaba viviendo con un delincuente, probablemente alguien bastante peligroso si se atrevía a hacerle tal cosa a una persona inocente. Tratarlo como esclavo, no tenía perdón. Pero, ¿cómo conseguiría pruebas? Es decir, era mas que obvio que Uruha estaba convencido que lo que estaba pasando era normal y bueno.

Entró en pánico, no podía hablarle a la policía y denunciar a Aoi así como así, y no únicamente por las pruebas, Uruha nunca declararía en su contra. Por primera vez Ruki agradeció estudiar derecho. No cabía duda que si quería hacer algo por el castaño, lo tendría que hacer el mismo. Se decidió primero a hablar con Uruha, también podría estar malinterpretando las cosas; aunque lo dudaba.

I dream of Uruha [AOIHA-the GazettE]Where stories live. Discover now