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Taehyung se quedó sin palabras cuando leyó la última nota.

Jungkook...

Todo tiene sentido, era evidente, ¿como pudo llegar a pensar que alguien como él podría ser el crush de alguien? Lo peor de todo es que por fin había descubierto de quien se trataba el remitente de las notas.

Min Yoongi, el chico por el que había estado colado desde el instante en que lo vio en el instituto.

Todos los hechos que le había dicho encajaban con el perfil de Yoongi. El era repetidor e iba a la clase de Jimin quien formaba parte de su grupo de amigos, era mayor que él por un año, por lo que había oído en clase se dedicaba a escribir letras y el que quiera mantener su reputación tiene sentido ya que Yoongi tiene mala fama de ser un emo dark con aires de suicida. Y por si fuera poco los acontecimientos recientes y la última nota sólo habían avivado el que el admirador fuera Yoongi.

Chan era de habla inglesa materna y formaba parte del grupo de amigos de Yoongi, y SeokJin que era el mediador entre las notas también estaba dentro de ese grupo de amigos.

Taehyung oprimió la nota entre su pecho y una fina lágrima resbaló por su mejilla. Quería odiar a Jungkook pero no podía, el no tenía la culpa. No era culpa suya ser tan perfecto, no había persona en la faz de la tierra que no lo quiera o lo haya querido al menos una vez.

Ese día no se encontraba de humor para escribir una respuesta, si lo hiciera posiblemente todos los sentimientos saldrían de él y acabaría escribiendo una cursilería y estupideces.

Al día siguiente Yoongi se sintió devastado cuando su amigo llegó con las manos vacías, sin ninguna nota que hacerle llegar. Le preguntó un millón de veces si había revisado bien.

—Capaz y se te ha atascado en algún libro —Divagaba sin parar Yoongi.

—¡Ya, callate! He mirado y revisado, no, hoy no hay nota. Para de una maldita vez —Exclamó hartado Jin.

Por la cabeza de Min pasaron pensamientos muy negativos acerca del por qué Jungkook no le había escrito una nota, por ejemplo que se había hartado de él y que en cualquier momento expondría esas notas como un trofeo más de ligue.
De eso llegó a la conclusión que era fácil averiguar su identidad a través de las pistas que había dejado, no tendría que haber sido tan evidente. Y ayer casi se descubría ante Taehyung.

De camino a clase se encontró con ese moreno y vio en el la oportunidad de saber que le ocurría a Jungkook, a lo mejor hoy no había venido a clase y por eso no había dejado nota.

—Taehyung —Llamó y el aludido se giro. Traía consigo un aura de negatividad, cosa rara en él ya que era como el solecito del curso.

—¿Qué? —Pregunto seco, sin muchas ganas de hablar con él.

—Eh... Sabes... ¿Sabes si Jungkook ha venido? —Pregunto poco miedoso Yoongi de esa nueva faceta de Taehyung.

—No lo sé, ni me importa. Ahora si me permites —Dijo y luego pasó por su lado desapareciendo dentro de la clase

Taehyung escondió su rostro entre las mangas de su grande sudadera. Era de las pocas veces que Yoongi le había hablado y tenía que ser justo en estos momentos y preguntar por Jungkook. Ese día no podía empezar peor para ambos chicos.

(...)

Pasaron como 7 días desde la última nota y Yoongi ya había dado por perdido el tema. No se veía con valentía suficiente para ir a preguntarle directamente a Jungkook si le ocurría algo, en su lugar se había acostumbrado a preguntarle a Taehyung sobre él.

Taehyung odiaba tener que hablar o contestar a Yoongi. Pero nadie podía saber que pasaba realmente, se acostumbró a actuar como lo hacia normalmente. Se había propuesto olvidar a Yoongi pero le era imposible, no podía y aún menos cuando era él el que lo buscaba para hablar aunque fuera sobre otra persona.

Cada vez que Yoongi venía a preguntarle sobre Jungkook se veía más decaído que el día anterior y eso le rompía el corazón al moreno. No quería ver a Yoongi triste, y menos cuando él podía hacer algo.

Estuvo pensándolo durante mucho tiempo, cuestionándose si sería correcto seguir engañándolo si eso suponía su felicidad. Después de meditarlo lo decidió. Seguiría el juego de las notas, el se haría pasar por Jungkook pero lo que saldría de su puño y letra serían las verdades de su vida. Lo haría si eso implicaba que Yoongi volviera a su pequeña felicidad.

En su cuarto, la noche del noveno día desde la última nota, cogió papel y lápiz para empezar a escribir.

Carta de amor [Yoontae] ✓Where stories live. Discover now