4

1.3K 185 22
                                    



Jeonghan se acurruco con pereza y alegría.


Como ángel no necesitaba dormir, pero tras ser castigado por primera vez y siendo obligado a ser humano cierto tiempo, era necesario reponer las energías de su cuerpo de esa forma, algo que amo desde la primera vez.


Hace tiempo no era exiliado y podía dormir, por lo que, al ir despertando, suspiro con satisfacción, pegándose más a esa fuente de calor que volvía esta una de las mejores veces que había dormido. Estaba tan cómodo, agradeciendo que cada vez los humanos hicieran camas más cómodas.


Aunque... ¿De dónde venía esta calidez? No recordaba si había una cama o almohada de ese tipo, y si la había, Joshua no la tenía.


Joshua.


Al fin se dignó a abrir sus ojos, despertando del todo al reconocer que estaba casi pegado a Joshua, que tenía sus brazos entorno a su torso, incluso levantándole un poco el pijama y teniendo su mano tocando directamente su caliente piel. Con pánico miro al humano, quien tranquilo estaba acostado de espaldas y mirando el techo, luciendo pensativo, acariciando inconscientemente con suavidad los cabellos pelinegros de quien no lo dejo irse nunca, así que obligado se quedó ahí hasta quedarse también dormido, pero por la incomodidad y calor había despertado temprano.


Joshua estaba pensando en que debería preparar de desayuno y si lo mejor era preparar lo suficiente para dos o no, pues no veía correcto dejarlo irse con hambre o hasta teniendo resaca. Detuvo la vaga caricia en esos sedosos cabellos al notar que el cuerpo que estaba una parte sobre el suyo y nunca disminuyo la fuerza del abrazo, se tensó, además de que ya no escuchaba la acompasada respiración del pelinegro.


- ¿Dormiste bien? – Sentía que, si miraba a los ojos a ese hombre, volvería demasiado incomodo el ambiente, por lo que con dificultad los mantuvo en un rayo de luz que entraba entre las cortinas y se veía en el techo.


- ... Si – Jeonghan se estaba muriendo de vergüenza, ¿En serio había pasado toda la noche abrazado a ese humano? Y justo antes estaba pensando que era de las veces que mejor había dormido. En un momento se desconcentro viendo el pecho de Joshua subir y bajar al respirar, encontrándolo extrañamente fascinante al verlo de tan cerca. Era relajante ver y tocar a seres vivos.


- Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? No me lo has dicho – Salió de su extraño estado de apreciación, sintiéndose extremadamente apenado, ¡Aun lo seguía abrazando! Finalmente libero al humano y se alejó, sentándose en la orilla de la cama de forma que le daba la espalda a Joshua, si no este podría ver sus sonrojadas mejillas y nerviosos ojos.


- J-Jeonghan, me llamo Jeonghan – Dijo en voz baja, queriendo tan solo huir, ¿Cómo podría irse pronto sin ser maleducado?


- Un gusto, Jeonghan, yo soy Joshua Hong. ¿Quieres quedarte a desayunar? – Se cubrió la cara con sus manos, controlando sus ganas de volver a abrazar a ese amable humano queriendo disculparse por ser tan egoísta. Todos sus amigos ángeles le comentaban que era de los que más abraza a otros, pues le gustaba hacer eso al ser una sencilla forma de expresar distintas cosas buenas, pero ahora no era de mucha ayuda.

Un trabajo difícil (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora