9.- ALTA MAR.

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POV MAYTE:

-Amo las vacaciones que organizaste, papá. Pero, ¿por qué no elegiste un crucero que zarpara de New York mismo? ¿De Miami, por último? – protesto mientras vamos en el auto arrendado desde el aeropuerto hasta el puerto.

-Porque quería viajar por el mediterráneo y los que zarpan allá no pasan por acá. Vamos cariño, nos vamos a divertir. – mi padre sonríe entusiasmado mirando por el retrovisor.

-Mami, ¿hay juegos?

-Hay muchísimos juegos, Eddie. Miles de juegos, piscinas, teatros, bailes, de todo. Prometo que nos vamos a divertir juntos si tu mamá no quiere disfrutar este crucero.

Montserrat abraza y besa a mi pequeño consentido como si fuese un muñequito de trapo y mi pequeñito se deja hacer. Es un baboso con su madrina. Mis dos hermanos son sus padrinos. Lo bautizamos cuando cumplió un año. No soy muy creyente en nada, pero yo igual estoy bautizada, y no creo que tenga algo de malo, si él elige otra opción cuando grande, lo aceptaré y lo apoyaré.

-¿George nos sigue?

-Sí, Moni, nos sigue.

Mi papá le tomó la mano y se la besó sin dejar de mirar el camino. Suspiro ante la imagen. En casi 5 años no he conseguido a nadie que me ame o que ame a mi niño. He tenido algunos novios, pero ninguno está dispuesto a ser padre. Sigo sola con mi bailarín miniatura. Que por cierto, si es un gran bailarín, tiene talento natural, como dice Montse.

-Llegamos...

Mi mamá suspira sus palabras y Edward se abalanza contra la ventana boquiabierto por el gran barco frente a él. Subimos con el auto al barco y nos recibe un chico vestido de blanco con detalles en azul. Parte de la tripulación del Royal Caribbean. Guapo. Pero más interesado en Montse que en un niño. Nos ayuda con las maletas y nos guía a nuestras habitaciones. Mi hermano, su esposa y su hija, en una. Mis papás en otra. Y Montse, Eddie y yo en otra.

Veamos que nos depara el destino en medio del océano. Qué impresionante. Me parece increíble vivir un mes en medio del mar. Espero que realmente sea entretenido.

Cuando el barco zarpa nos ponemos a recorrer todos juntos para acostumbrarnos al movimiento. Tengo que cargar a Eddie gran parte del camino porque esta mareado. Afortunadamente yo no. Aunque se está acostumbrando de apoco porque mi papá lo obliga a caminar de su mano.

-¡¡Mira!! ¡Va a haber un espectáculo de danza! Viernes y sábados hay funciones, son distintos espectáculos. Se presenta la Compañía Nómades Americanos. No los conozco, pero aquí dice que son estadounidenses que viven en Francia. – mi hermana comienza a hablar rápido leyendo un folleto de un espectáculo. Como era de danza todos nos interesamos y decidimos asistir. Nuestro primer panorama estaba organizado y es para el viernes.

Recién es lunes...

Por ahora, solo almorzamos y luego nos cambiamos de ropa para ir a las piscinas. Visto a Eddie con su traje de baño de marinero, lo baño en bloqueador y le pongo un sombrero y sus anteojos de sol. Yo me pongo mi traje de baño entero, porque es el más cómodo para cuidar a Eddie. Mi mamá dice que es uno de mis leotardos que ya no uso. Casi, pero no, es traje de baño.

-¿Logras dimensionar la cantidad de hombres que hay aquí? – me susurra Montse con voz suave. No puedo evitar la carcajada.

-Loca, demente.

-Es en serio. Conseguí una habitación para casos de extrema necesidad. Papá no sabe. La reservé a mi nombre. La pagué yo, así que es de las más baratas. Está en la parte de tercera clase.

-Montse, estás loca, hermana. – solo me río de sus palabras.

-Si consigues algo me vas a rogar la llave y que haga de niñera.

-Dudo conseguir algo, pero gracias por el ofrecimiento. – le digo burlona y Montse solo me rueda los ojos. Se acomoda en una sombrilla con nuestras cosas y yo me voy a la orilla de la piscina con mi pequeñito. Le encanta el agua pero le da miedo entrar solo, así que debo vigilarlo de cerca.


Los días pasan lento, pero conseguimos hacer muchas actividades por día. Ayer vimos el espectáculo de danza y fue realmente increíble. Era maravilloso. Me enamoré de la obra. Montse igual, así que nos propusimos encontrar a los bailarines para hablar de la presentación. Estamos en la recepción buscando información.

-Todo el personal del crucero se hospeda en el área del personal. Es un piso debajo de la tercera clase. Pero no puedo entregarle la información de cada pasajero, no puedo decirle en qué habitación están los bailarines. Puedo darles sus nombres, pero dudo que les sirva de mucho. – la chica era muy amable con nosotras. Le explicamos que también somos bailarinas y queremos hablar con ellos de trabajo, así que nos dio facilidades. Pero no puede darnos mucho tampoco.

-Hoy, después de la función, los esperamos a que salgan. – sugiero y Montse suspira pero asiente.

Así lo hicimos, vimos el espectáculo nuevamente y lo volvimos a disfrutar enormemente. Esta vez esperamos a que los bailarines se cambien de ropa y salgan. Salió un grupo de unas 15 personas conversando y riendo entre todos.

-¡Hola! – Montserrat está desesperada, aparentemente.

-Hola, buenas noches. ¿Necesitan algo? – dice una chica bajita y muy sonriente.

-Mi nombre es Montserrat y ella es mi hermana Mayte. Somos bailarinas y queríamos decirles que nos pareció increíble su trabajo. Lo disfrutamos como nunca. Realmente maravilloso. – Montse sonríe sonrojada observando a un chico moreno que me parece conocido pero no sé de dónde.

-Pues bienvenidas a bordo, chicas. Gracias, se agradece que les haya gustado tanto. Si quieren podemos compartir. Íbamos al bar por un trago y comida y luego a bailar, por supuesto. ¿Se suman? – dice el chico moreno. Montserrat sonríe rápidamente al mirarme suplicante.

-Bueno, pero debo avisarle a mamá. Ya sabes que debo avisar o se enoja. – protesto al sacar mi teléfono de mi jeans y darme vuelta para habar. Solo escucho a mi hermana conversando con todos sobre la rutina.

-¡Putos, me dejaron! Pudieron esperar. – protesta otro chico riendo. Todos se ríen y comienzan a molestarlo. Mi mamá accede a cuidar a mi bailarín miniatura así que me doy vuelta para sonreírle a mi hermana. – ¿Mayte?

Noche de BaileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora