Capítulo 19

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A la mañana, Richard no pudo dormir muy bien por sus ataques de angustia por lo que recién retomaba su sueño, estaba abrazado al rizado mientras que este despertaba apenas, tampoco había tenido buen sueño por estar cuidando de Richard. En eso que despertaba sentía una dulce voz de un niño que estaba balbuceando unas que otras palabras y a continuación la dulce voz de su mujer que le respondía al niño, Christoph se levantó con cuidado de despertar a su amado, se vistió y salió del dormitorio, había una habitación con la puerta abierta, ahí estaba la mujer con el niño de dos años, tomando su mamila.
__Buenos días Christoph, te presento a Tomás Schneider. En ese momento la mujer le entregaba al bebe al rizado.
Este en silencio lo cargó, cosa de segundo generaron un vínculo entre padre e hijo, el bebé le sonreía con mucha alegría balbuceando palabras poco entendibles, mientras que Christoph lo observaba con gran alegría, era su primer hijo.
__Vaya... tiene los mismos ojos azules que yo... Estaba impresionado del bebé, era rubio de tes blanca, unos azules ojos bien llamativo y una gran sonrisa en su rostro que alegraba a todo el mundo.
__Es igual a ti. La mujer decía con dulzura.
__¿Lo llevarás a la sala cuna?. Preguntaba en lo que cargaba al bebé.
__Si cariño, debo trabajar y no tengo donde dejar al bebé.
__Mi vida, en cuanto arregle todo voy a cuidar de él, no es justo que se la pase en sala cuna tan chiquito.
__Tu soluciona las cosas con calma.
En ese momento la mujer le pidió el bebé , Christoph se despidió de este con un gran beso, estaba fascinado de conocer a su hijo.
__Voy a dejar al bebé, se quedan en casa.
__Cariño, espera, yo te iré a dejar, despierto a Richard y vamos .
__¿No querrán comer algo antes?.
__No te preocupes, comemos algo en el camino.
En ese momento Christoph fue a la habitación donde estaba Richard, creía que estaba aún dormido pero este estaba levantado terminando de vestirse, estaba tan triste que lo único que quería es salir luego del hogar, en ese momento entró Christoph extrañado de ver a su amado levantado.
__¿Ya nos vamos Chris?. Decía Richard en lo que se ponía la chaqueta.
__Si mi amor, vamos.
Christoph tomó su chaqueta para salir con Richard de la habitación, afuera estaba Urlike cargando al bebé, Richard por primera vez conocía al hijo de su amado.
__Es igual a Christoph... dijo con dulzura tomándole la mano al bebé.
__ Tu ahijado es muy amistoso ¿Lo quieres cargar?. Decía a continuación la mujer con una sonrisa en su rostro.
Richard en silencio cargó al bebé, tenía exactamente la misma sensación de cuando cargó por primera vez a su hija, Richard no podía evitar dibujar una gran sonrisa en lo que le hacia payasadas al bebé para que se ría, Christoph observaba atentamente a los actos de su amado, que mejor ejemplo de padre para seguirlo.
Ya salían de la casa, Richard aún cargaba al bebé para poder ayudar a la esposa de su amado, Christoph por su parte abría el carro.
__Bien ¿Quién irá conmigo al frente?.
__Que vaya Urli, yo me llevo el bebé atrás. Dijo Richard sin si quiera dejar que la mujer hablara.
__Gracias Richard. Por su parte fue a sentarse adelante.
Christoph fue abrirle la puerta a Richard para que pudiera subir al auto con el bebé, estaba impresionado de la amabilidad y lo bien que se llevaba con su hijo, ni si quiera él había generado tanto vínculo con su hijo como lo había generado el guitarrista. A continuación subía el para hacer partir el carro.
Ya llegaban al destino, Christoph de inmediato bajó del carro para ayudar a su mujer con las cosas del bebé, mientras que Richard le entregaba el bebé a su mujer, hizo un gesto despidiéndose del infante cual le dibujaba una gran sonrisa, a continuación se despedía de la mujer.
__Chris, déjame acá, mi trabajo está cerca, ve a comer algo con Richard.
__Esta bien querida. Sacaba de su bolsillo una tarjeta cual de inmediato se la entregó a la mujer.__ Este es mi número, me llamas a la hora que sea, cualquier cosa, no dudes en hablarme.
La mujer tomaba la tarjeta guardando esta en su cartera. __gracias Christoph, ten buen día. Se despedía a continuación.
Christoph se despedía tanto de su mujer como de si hijo con gran afecto, fue directo al carro para ir a s hogar, no sin antes pedirle a su amado que se siente adelante.
En el trayecto Richard estaba en silencio, pese a ese buen rato que vivió el dolor que tenía por el evento ocurrido en la madrugada lo tenía bastante marcado.
__Richard ¿Vamos a tu casa o a mi departamento de soltero?. Preguntaba Christoph en lo que conducía.
__Vamos a mi casa, tu departamento es muy pequeño para que pasemos el día allá, no se pueden ni echarse un pedo sin que tus vecinos lo sientan. Decía tirando bromas, pese a que estaba dolido su sentido del humor no se iba.
__Tienes razón, además que tú eres muy escandaloso para gemir, vamos a tu casa.
__Ush... idiota...
Christoph buscaba de alguna forma levantar el ánimo de su amado, pese a que le dolía la traición de Till él había prometido que haría feliz a Richard, a diferencia del otro el baterista cumplía con su promesa, por ahora necesitaba mantenerse fuerte para brindarle el apoyo incondicional a su amado, ese que jamás le ha dejado de dar desde los años de amistad .
Ya llegaban al hogar del guitarrista, Christoph apenas detuvo el carro no dudó en besar a su amado junto con un cálido abrazo. __Mi vida, cambia esa cara ¿Sí?. A continuación le acariciaba la mejilla.
__Chris ¿Tú no me vas a fallar?. Decía con miedo, temía que su única persona de confianza lo fallara.
__Jamas Richard, nunca te voy a fallar.
__Gracias por todo Christoph...
Después de ese momento salieron del carro para ir directo al hogar del guitarrista, tenían hambre por lo que fueron de inmediato a la cocina a preparar algo.
__Hum... no hay mucho amor ¿Comemos unas tostadas con un café?. Decía Richard en lo que buscaba en la despensa.
__No hay problemas mi amor, luego vamos por comida. Christoph responde en lo que preparaba las tazas para el café.
En eso que Richard estaba terminando las tostadas Christoph lo abrazó por la espalda posando sus manos en la cintura ajena, Richard por su parte apagó la cocina, ya sabía con qué fin era ese repentino abrazo.
__Tengo hambre, se me antojan un par de nalgas que mi entrepierna está rosando. Decía el baterista pegándose a su amado.
__Oh mi Chris... ¿Qué es lo que estoy sintiendo en mi trasero?... se siente grande... Decía Richard en tono coqueto.
__Tienes que adivinar que es, le gusta estar en tus nalgas.
__Oh Chris... no me hagas esperar mas.
En ese momento Richard movía su trasero con el fin de sentir el despierto miembro de su amado por encima de la ropa, mientras qué Christoph besaba el cuello ajeno, sus manos fueron directo bajo la camisa a tocar el pecho ajeno, algo que también le fascinaba de Richard, a parte de su trasero, era ese pronunciado pecho, podía admitir que le era más atractivo que un pecho femenino.
Sus dedos comenzaban a estimular los pezones, Richard por su parte soltaba jadeos por ese estimulo repentino claro que sin dejar de mover su trasero, esa fricción le era bastante excitante.
Como si nada Richard se volteó para besar con pasión a su amado, solo se separaba de sus besos para quitar esa estorbante ropa, ambos se deseaban mutuamente por lo que menos querían es perder tiempo alguno.
Christoph por su parte alzaba al guitarrista a recostarlo en la mesa, fue en ese momento que comenzó a besar su pecho lentamente, bajando sus besos hasta por el abdomen, cosa de segundos bajo hasta llevar sus labios al miembro de este, que no dudó en practicarle la felación.
Richard por su parte estaba fascinado, se mordía su labio para evitar que saliera algún gemido, el lugar hacia mucho eco por lo que se avergonzaba ante cualquier ruido que emitía.
En ese momento Christoph detuvo sus acciones de golpes, Richard dirigió su mirada a su amado que este como si nada comenzaba a masturbarse en frente suyo, esa escena era tan excitante para Richard que no pudo evitar soltar un suave gemido.
__Richard ¿Crees que Paul te podría hacer gemir con algo igual a esto?. En lo que preguntaba movía su miembro.
Richard quedó impactado ante la sorpresiva pregunta de su amado, no lograba entender por qué había dicho tal disparate.
__Chris... ¿Qué dices?... pregunta confuso.
__Que dudo que Paul pueda hacerte gemir igual que como yo lo hago.
De la nada Richard se bajó de la mesa, no lograba entender qué le quería decir a su amado pero Christoph de repente volteó a Richard dejando este apegado a la mesa, su pecho podía sentir el frío de la mesa y el estar con su trasero levantado a disposición de su amado no podía evitar sonrojarse.
__Chris... no entiendo... Su protesta fue interrumpida de inmediato ante una feroz nalgada que le daba el baterista, Richard solo soltó un sonoro y doloroso gemido.
__No debes hacerte el que no sabes, nalgon cachondo. A continuación le otorgaba otra nalgada.
Richard por su parte apoyaba sus manos en el borde de la mesa en lo que soltaba pequeña risa, esas nalgadas le despertaban el lado masoquista que cargaba. __¿Eso es todo Schneider?. Golpeas como niña.
Christoph en silencio fue por su cinturón y sin previo aviso azotó este a contra del trasero ajeno, Richard sólo gimió agudo, la mezcla de dolor, placer y peligro lo tenían a mil en deseos, solo soltaba risa con el fin de buscar más dolor.
__Debil, pegas como nena. Decía Richard entre burla.
__No me desafíes nalgon sexomano. Al terminar sus palabras se cargó sobre su amado solo para ponerle el cinturón como collar, en ese momento jaló este apretando el cuello ajeno, mientras que comenzaba a rosar su miembro en el trasero ajeno.
Richard estaba rendido en el placer, el estar en peligro de asfixia le agradaba y ese estimulo en su retaguardia hacia que de forma involuntaria moviera su trasero al ritmo ajeno.
__Chris, podrás tener gran arma pero Paul se mueve mejor que tú.
Ese disparate fue lo que hizo que Christoph perdiera la cordura, ahora apretaba con más fuerzas el cinturón en lo que de un abrir y cerrar de ojos comenzó a penetrarlo, Richard apenas podía gemir por la falta de respiración pero es sensación le agradaba, en su rostro dibujaba una placentera sonrisa en lo que seguía el ritmo de su amado.
Christoph por su parte estaba perdido en la furia y el placer, con su libre mano le daba nalgas mientras que seguía asfixiando a su amado, solo se apegó a él para morder el cuello con fuerzas, dejando una gran marca en este, sus embestidas iban a la par con las nalgadas que le otorgaba.
Richard perdía los gemidos, ahora llevaba sus manos para intentar soltar su cuello, entre tanta violencia estaba perdiendo de verdad la respiración, Christoph no paraba, ahora su mano la llevaba al miembro ajeno para estimular este, entre la mezcla del miedo y placer Richard terminó por culminar en la mano de su amado, pero su desesperación aumentaba, se sentía bastante débil por la poca respiración que tenía, hasta que pudo sentir como su interior se llenaba de la culminación reciente de su amado. Richard por su parte perdió por completo sus fuerzas, se desplomó de la nada.
__Oh mierda ¡Richard!. Christoph asistió de inmediato a su amado.
Soltó en cinturón del cuello ajeno, al percatarse que estaba inconsciente no dudó en llevarlo directo a su dormitorio para asistirlo mejor, ahí lo dejó descansar en lo que se fue a vestir, esta vez se había pasado de la raya.
Pasaba dos horas cuando Richard despertó, apenas se sentaba en la cama, no sabía cómo llegó ahí y como lo hizo para estar con su pijama puesta, hasta que Christoph apareció con el desayuno para su amado en una bandeja para llevar la comida a la cama, esto lo dejaba en la mesa en lo que fue inmediato a abrazarlo.
__Mi Reesh... lo siento, me pasé de la raya y no medí mis fuerzas.
__No te preocupes Christoph, no pude aguantar. Decía en lo que soltaba pequeña risa, había subestimado demasiado a su amado.
__Come algo , te traje pasteles para que subas el azúcar. En lo que su amado estaba inconsciente Christoph había aprovechado de comprar algunas golosinas para compensar a su amado.
__Luego te como a ti. Decía Richard con diversión.
__Por hoy, quiero que descanses, mañana dejaré que me partas el culo.
__¿Trato?.
__Trato mi Reesh.
En ese momento los alemanes disfrutaban de las golosinas y un buen café, después de todo, nada mejor que terminar un día en buena compañía.
Richard estaba pasándola tan bien con Christoph que por el momento olvidaba por completo a Till y esa gran dolencia que le había causado.

Mi Dulce Condena +18. TerminadaWhere stories live. Discover now