AU Reversed [DBH-Hank x Connor]

Capítulo VII

El silencioso motor de un taxi es lo único que se escuchaba en esa noche de Detroit. Hacia frío, y Hank podía sentirlo, pero no se preocupaba porque no podía resfriarse. La voz robótica del interior del taxi que le daba las gracias por el viaje a penas se escuchaba con el sonido de la lluvia.

Se acercó a la puerta, después de echar un vistazo dentro del coche del joven, y llamó al timbre con insistencia al no recibir respuesta del interior.

Hank buscó una ventana por la que pudiera ver al chico, y lo encontró, inconsciente en el suelo, sin camiseta y con una botella y un arma a su lado.
La imagen le causó una sensación extraña por dentro, lo que los humanos calificarían como "miedo" y "preocupación". Aún que, evidentemente no podría ser nada de eso, ya que Hank no era un divergente. Sopesó las posibilidades que tenía, y las posibles entradas a la casa del detective, y, finalmente, decidió que lo mejor era romper la ventana. Con el codo, rompió el cristal y se dejó caer sigilosamente. Un perro grande y peludo se acercó, y Hank intentó apartarlo suavemente, para ponerse de pie y acercarse a Connor.

El chico estaba tirado en el suelo, inconsciente, pero su corazón latía con normalidad. Había trazas de alcohol en sus labios, y el arma, con una sola bala, reposaba en el suelo junto a la botella. Connor llevaba puesta una camisa blanca abotonada de forma descuidada y unos boxers negros.

—Detective? —Hank intentó despertarlo, dando unas palmadas suaves en su mejilla.— Connor! Despierta.

Hank le dio un poco más fuerte, pero sin pasarse, ya que sentía algo parecido a la preocupación por ese joven que parecía tan perdido. Abrió los ojos y miró al androide.

—H-Hank? —pronunció, todavía confundido.

—Vamos, Connor. —el androide intentó levantarlo, pasando el brazo del chico sobre sus hombros, pero él se resistía.

—No! Hank, vamos, estoy cansado... —Connor intentó dejarse caer, pero Hank lo agarró al estilo nupcial, y lo sujetó fuerte para que no se cayera.

—No me deja más opción, detective. —Connor cubrió sus sonrojadas mejillas, y se mantuvo quieto el resto del tiempo hasta el baño.

Hank lo sentó en el borde de la bañera.

—Hank? Qué estás haciendo? No quiero bañarme! —intentó ponerse de pié, pero se tambaleó, y Hank lo sujetó por la cintura. Connor era un poco más bajo que Hank, y definitivamente Hank tenía más fuerza. Empujó al joven suavemente para que se sentará en la bañera y abrió el agua fría.

Connor protestó y maldijo, pero Hank cerró el agua cuando creyó que el chico estaba suficientemente sobrio. Le tendió una mano, y Connor se incorporó con su ayuda. Temblaba, y su camisa blanca estaba completamente empapada, y se ceñía a su piel, haciendo notorios sus ligeros músculos. Hank lo miró de arriba a abajo mientras Connor se frotaba los ojos para intentar volver a ver bien.

—Hank? Qué haces aquí? —el androide se aclaró la garganta antes de hablar.

—Ha sido reportado un nuevo caso, y tenemos que ir, detective.

—Ahora!? Si es tardísimo. Hank, yo no voy a ninguna parte.

—Lo siento, detective, pero no hay opciones. Vamos a ir. Ahora.

Connor suspiró, derrotado.

—Está bien. Puedes ir a buscar algo de ropa a mi armario, por favor?

Connor empezó a desabotonarse la prenda mojada, y Hank apartó rápidamente la mirada. Entró en el dormitorio del chico, y observó a su alrededor. La cama estaba desecha, y había ropa por todas partes. Abrió el armario y cogió unos pantalones negros y una camisa del mismo color, junto con un abrigo, ya que a esas horas la nieve caía con fuerza en Detroit.

Volvió con las prendas de ropa al baño y se las entregó a Connor, sin apenas mirarle. Salió rápidamente de allí, dejando que el detective se vistiera, y, mientras tanto, recogió un poco el desorden de Connor. No pudo evitar fijarse en la pistola, pero decidió no preguntar nada. También encontró una foto de un ñiño pequeño. Según el rápido análisis que hizo el androide, ese niño había fallecido hacía tiempo y era el hermano pequeño de Connor. Seguía pensando en eso, y en el comportamiento de Connor, y el arma y el alcohol, cuando el chico salió del baño.

Hank volvió a mirarlo de arriba a abajo, orgulloso de su elección de ropa. Connor sonrió un poco, antes de agacharse y acariciar al perro.

—Pórtate bien, Sumo. No tardaré.

Se incorporó otra vez y se dirigió a la puerta. Hank pasó al lado del animal, y no pudo evitar pasar su mano por el pelaje, antes de seguir al chico hacia la puerta.

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N/a: siento haber estado tan desaparecida, y espero volver a actualizar este fic más seguido. Gracias a los que siguen esperando y siguen leyendo esto, aún que no sea muy bueno.
<3