Cap:4

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Una bocina aguda en una melodía militar resonó por todo el cuarto, haciendo que Izuku despertara asustado.

Le dolía el cuello como mil demonios, seguramente de haber dormido toda la noche en la misma mala posición, y levantarse tan agitado solo consiguió que le crujieran las vértebras.

-¡HAY UN CHICO EN EL DORMITORIO!

y de golpe algo se estampó contra su rostro, seguido de un montón más de objetos entre mullidos y muy duros, acompañados por un sinfín de chillidos agudos.

-¡mátenlo!

-¡fuera!

-¡chicas, que Kyoka sea bollera no la hace hombre!

-¡Mina eso ofende!

-¡a-au!- se quejó recibiendo aún más golpes -¡p-paren!

-¡Pásenme la chancla!

-¡Es Midoriya!- advirtió la voz aguda de quien reconoció como Ochako -¡él es gay, recuerden!

-oh.

Y los golpes cesaron.

-ay lo siento- se disculpó Yaoyorozu.

-pues yo no- espetó Mina.

-¡Uraraka!- regañó Izuku, saliendo del pilón de almohadas, toallas, estuches y peines en el cual estaba sepultado -¡eso ha sido ofensivo!

-¡y también muy cierto!- le reprochó ella -¡te salvé de la muerte, no te quejes!

Le puso su mejor cara de conejito enfadado, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño. Ochako al igual cruzó sus brazos por sobre su pecho y lo miró fijamente.

-ya ha sonado la alarma- les recordó Tsuyu - y tú Midoriya-chan, deberías salir del dormitorio femenino.

Aquello era cierto.

Y ahora tenía un problema.

Estaba encerrado en la caseta de las mujeres la cual no estaba conectada de ninguna forma a la de los hombres y como alguien lo descubriera saliendo de allí seguramente acabaría atado al poste junto a Kacchan y a todoroki.

Parpadeó varias veces.

Oh mierda.

-¡Todoroki-kun!- chilló llevándose las manos a la cabeza-¡ay, no!

Empezó a dar vueltas por el cuarto, tironeando con fuerza de sus cabellos

-oh, joder, va a matarme- lloriqueó aumentando la velocidad de sus pasos -Todoroki va a matarme, kirishima va a matarme, ¡Kacchan va a matarme!

-relájate, Midoriya-chan- pidió Tsuyu agarrando un peine del suelo -¿qué es lo que ocurre?

-¡tenía que ir al poste con Kirishima para ver a Todoroki!- explicó -¡se lo prometí ayer! Pero Ochako me llevó aquí y me quedé dormido...

-oh, ahora es mi culpa- Uraraka se cruzó de brazos.

-¡pues claro que es tu culpa!- la acusó señalándola, ella se llevó una mano al pecho -¡fuiste tú quien me arrastró y pasó de mis súplicas por marchar!

-¡las cosas no fueron así!- le contradijo la más baja -¡yo te llevé y tú solo susurraste que debías irte, tampoco te encadené! ¡No me pintes de mala ahora!

-¡tú siempre eres la mala, Ochako!

ambos volvieron a emprender una pelea, de mientras el resto de chicas del cuarto se los miraba en silencio.

solos bajo el firmamentoWhere stories live. Discover now