Cap:6

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-Midoriya, ¿estás bien?

-s-sí.

Asintió forzando sus piernas para seguir caminando tras el bicolor que le había preguntado.

Aizawa los había despertado temprano aquella mañana, al parecer había parado de llover y debían empezar a caminar antes de que saliera el sol o al contrario las nubes volvieran a tapar el cielo. Y Todoroki quiso caminar junto a él para entablar conversación, así que ahí estaba él, caminando a su lento paso de tortuga embarazada.

Midoriya aseguraba que estaba bien, que podía respirar, se auto convencía de que las vistas eran preciosas y aún más cuando Todoroki estaba en ellas.

El cielo azul partido en dos por las enormes cimas de los valles por los que ellos subían, los pequeños senderitos de piedras a sus costados húmedos por los riachuelos de nieve desecha que iban descendiendo helados, los buitres que sobrebolaban por encima de las nubes.

Pero más alla de aquello, Izuku quería morirse.

Llevaban como dos horas caminando -aunque no es como si pudiera saber qué hora era- Las piernas le dolían horrores, notaba como las ampollas se le creaban en los talones por culpa de las botas, los labios se le cortaban por la respiración agitada, la piel le ardía gracias al ardiente sol sobre sus cabezas y estaba tan sudado que podría llenar una piscina si escurría su camiseta.

-¿seguro que estás bien?- insistió Todoroki, mirando hacia atrás.

-s-sí- siguió mintiendo -s-sólo me pesa un poco la mochila.

-entonces dámela- le pidió deteniéndose -yo la llevaré.

-¿qué? ¡No!- exclamó caminando hacia él para pasar y seguir el paso -por dios, no voy a hacer que lleves mi mochi-

Y mientras pasaba por delante suyo Izuku sintió como su mochila se deslizaba de su espalda, quedando colgada de una sola asa del hombro de Shoto, que siguió caminando tan tranquilo hacia delante, dejando a un Midoriya plantado en el lugar admirandolo atónito.

-vamos- le dijo mirándolo por sobre el hombro - debemos seguir caminando antes de que se ponga a llover como ayer.

-¡c-claro!

Aún anonadado le siguió el paso, sin creerse que Shoto fuera a llevarle la mochila.

Pero lo hizo, cargó con la enorme mochila durante la infinita cuesta que a Midoriya se le hacía imposible aún cuando no llevaba nada a cuestas, llena de zetas que "supuestamente" la hacían menos dura -mentira cochina- hasta la cima del valle desde el cual tenían toda la zona a sus pies.

-la subida ha terminado- les dijo Aizawa, dejando su mochila en el suelo -descansaremos aquí un rato y luego bajaremos hasta el siguiente valle.

Midoriya estaba harto de tanto valle.

—Deku-kun— escuchó la voz chillona de su mejor amiga llamando —ven aquí a descansar un rato.

—¡oh, vale!

Se acercó lo más rápido que sus pies le permitieron, desplomándose sobre el acolchado césped que a penas podía crecer a tal altura.

—ah... Al fin terminó la subida— suspiró hacia el cielo azul.

—pero aún queda bajada.

Todoroki llegaba junto a él, sentandose a su lado con mucha más elegancia con la que Izuku se había tirado como si hubiera estado a punto de morir en esa subida —cosa que realmente pensó.

—bah, las bajadas no me importan— Ochako agitó su mano como si quisiera quitarle importancia.

—a mi parecer son peores que las subidas— declaró el bicolor, recostado su pesos sobre las palmas de sus manos —puede que te lleven solas, sin que hagas esfuerzo, pero eso te impide parar y cada vez duelen más las piernas.

solos bajo el firmamentoWhere stories live. Discover now