Valentina Carvajal

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Valentina, una de las pocas brokers mujeres que es sumamente exitosa en Wall Street; con un departamento en Midtwon Manhattan, un Ferrari, un clóset del tamaño de un cuarto entero y lujos por doquier.

-Fue un gusto conocerte Val- le dice la chica rubia que conoció la noche anterior en un club, mientras se coloca su abrigo y sale del departamento.

Valentina espero a que la puerta se cerrara con una sonrisa de lado a lado. Le encantaba no tener que rendirle cuentas a nadie, poder acostarse con cualquier chica y no tener que inventarse una excusa para correrlas porque ellas solas se iban.

Se levanto de la cama poniendo en su celular que se conectaban a bocinas en todo el lugar la canción "la donna e mobile" y empezó a cantar como si fuera un Pavarotti.
Camino con su bata rosa cruzando su habitación hasta el clóset donde tenia su colección de vestidos, tomó uno azul marino y después se dirigió a sus zapatillas Jimmy Choo color beige.

Seguía tarareando la canción de opera en el ascensor arreglando mi gabardina a juego con mis zapatos cuando una vecina mia de unos 50 años entro con una sonrisa.
-No deberias dejar de cantar- me dijo con un tono entre burla y seductor.
-Señora Brown cuando aceptara en dejar a su esposo y escaparse conmigo?- pregunte ignorando su comentario, era algo que teníamos entre nosotras; no me malinterpreten, nunca saldría con la señora Brown y no porque fuera fea si no que era demasiado grande para mi, además nos conocíamos desde hace 4 años cuando compre mi apartamento a los 25 con mi primer ganancia como broker. Su esposo era un dueño de una petrolera por lo que desbordaba dinero.

Me despedí de ella al salir con la mano y fui directo al garage por mi hermoso auto el cual conducía como si estuviera en formula 1.
Camine por los pasillos del despacho y salude a un par de compañeros hasta llegar a mi oficina sin antes notar que Alan no estaba en su lugar.

-Como va el negocio con los Thompson?- salte al escuchar esa voz cuando estaba por sentarme, sin darme cuenta que había alguien aqui.

-Fred, jesus! Un dia de estos vas a matarme- dije con una mano en mi pecho porque si que me había dado un susto.
-y sobre los Thompson sabes que no te defraudare. Voy a al señor Tom en navidad... vamos a esquiar- deje mis cosas en el perchero y me sente frente a mi escritorio encendiendo mi laptop

-Navidad? Pensé que irías con tu padre; quiero decir es navidad, no tienes porque trabajar-
-A mi padre el loco? No gracias, además es un mejor plan que sentarme en mi departamento con una gran cena- me encojo de hombros sin darle importancia, Fred sabe que así siempre he sido y que no me importa interponer familia por trabajo o dinero más bien.

-Señorita Carvajal, le dejo un mensaje una perdona hace unos minutos-dice Alan poniendo una nota en su escritorio.

"Juliana Valdes. Su asistente pidió que la busques en su departamento después de Navidad"

-Juliana Valdes fue mi novia en la universidad. Casi me caso con ella-

-Casarte tu?- pregunta Alan extrañado, no tenía un tono de burla si no de duda, ya que no me conocían por tener relaciones y mucho menos largas.

-porque llamo?- pregunte ignorando su duda ya que había enterrado en mis pensamientos a Juliana desde hace tiempo.

-No se, tal vez tristeza post Navidad. Un consejo señorita. Déjelo pasar, el fuego viejo son como si los viejos impuestos regresaran-Palabras sabias de Alan, confiaba en el, tenía un buen sueldo pero una familia enorme que se gastaba hasta el ultimo centavo, aun así era feliz.

Salí del gran edificio de Wall Street y el clima era increíblemente frio, había nieve por todos lados y los autos apenas podían andar por lo que opte dejar el mío e irme caminando sin antes pasar a una pequeña tienda por champán.
Era víspera de Navidad después de todo y me esperaba una mujer pelirroja en casa.

Entre al lugar donde apenas habían tres personas y me fui directo a la zona de licores escogiendo mi favorito, cuando fui a la caja para pagar me toco detrás de un chico de unos 18 años, con ropa sucia y reclamaba por un boleto de lotería. Ni siquiera había ganado tanto, solo un retroactivo de 50 dolares, pero el señor detrás de la caja le dijo que seguro lo había robado y todo paso tan rápido que ni me di cuenta.

El chico saco un arma y lo apunto reclamando por su premio, las personas se quedaron mirando asustadas, como si no tuvieran ellos un arma en sus casas.

-amigo, que te parece si te doy 40 dólares por tu boleto?- le dije lo más tranquila posible y llame su atención.
-Mira el señor llamará a la policía tu no tendrás dinero y estarás probablemente preso un buen tiempo, si te compro tu boleto tendré una ganancia de 10 dolares porque a mi se me lo cambiara- el lo pensó por un minuto y bajo el arma.

-Tomo el trato Valentina- Tomó una leche que imaginó planeaba pagar con el boleto pero no lo hizo y salio de la tienda mientras lo seguía

-tu dinero- le dije poniendo los 40 dolares en sus guantes rotos y caminando, notando que el caminaba junto a mi.
-como sabes mi nombre?- le pregunte mientras guardaba el boleto que la verdad nunca cambiaría

-llamo a todas las mujeres adineradas de Manhatta Valentina-dice el y no puedo evitar reír.

-me llamo cash por cierto- cash? (Si como dinero en ingles) Enserio? Este chico en verdad no tenía idea de la vida.
-no deberías andar cargando con un arma, algún dia harás algo y te arrepentiras- le digo cuando esta a punto de irse pero para y regresa conmigo.

-Tu quieres hablar de arrepentimientos? Crees que necesito ser salvado?- no esta enojado si no que mantiene una sonrisa increiblemente limpia para ser un vagabundo.

-todos necesitan algo- digo encogiendome de hombros.
-que necesitas tu? Debe ser increíble ser tu- pregunta el chico
-Yo? Tengo todo lo que necesito. Solo digo que debes de hacer algo y cuesta trabajo, tienes que ser honesto y probablemente tomar alguna medicina- no trataba de sonar mala pero el chico seguro tenía problemas.

Me dio una ultima mirada como si viera a través de mi y lo que dijo despues no tenia sentido.

-Solo recuerda que tu te hiciste esto Valentina, te trajiste esto a ti misma... Feliz Navidad- y con eso se fue.

Valentina llega despues a su departamento, tira las llaves y se quita su gabardina junto con los zapatos.
Se va a la cama pensando por un segundo en su novia y el mensaje que le dejó... que querria?

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Hola chicos este fic es una adaptación por si les suena algo

Juliantina Vidas cruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora