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Narra JiMin:
-Ahora se por qué me suena tanto esta casa.- Murmuró luego de un largo silencio entre nosotros.
-¿Y que, quieres un premio?.- Dije con fastidio.
-No pero estaría bien una pequeña explicación del por qué YoonGi vive en tu casa.- Suspiré rodando los ojos.
-¿Tambien quieres que te de la contraseña de mi celular y todas mis redes sociales cual novia celosa?.- Dije con ironía.
-¿Por qué no?.- Dijo con una sonrisa burlona.- Ya en serio, ¿que es de ti?.
-No es nada mio.- Me apresuré a decir.- Solo es hijo de la nueva pareja de mi papá.- Continué.
-Asi que son hermanastros....- Murmuró por lo que asentí volviendo a lo que hacia en mi celular.
Sin percatarme se comenzó a acercar a mi subiendose a la cama para así quedar a horcajadas sobre mi regazo, alcé la cabeza notando su ladina sonrisa y sus ojitos gatunos.
Me quitó el celular de las manos y lo dejó a un lado.
-¿Qué haces?.- Pregunté con fingido fastidio ocultando una sonrisa antes de posar mis manos sobre su cintura y comenzar a acariciar aquella zona.
Él solo sonrió ante mis toques comenzando a mover sus caderas en circulos antes de acercar su rostro al mio robandome un pequeño beso.
Por mi parte sonreí y acerqué nuestros rostros nuevamente iniciando un beso aun más caliente.
Aproveché el momento en que nuestros miembros hicieron fricción para meter mi lengua dentro de su boca cuando la abrió soltando un jadeo, pero todo eso tuvo que terminar cuando escuche algunos pasos en la escalera.
Rápidamente lo levanté y lo dejé en la cama al lado de mi tomando nuevamente mi celular para cuando vi que abrian la puerta.
-Traigo jugo de naranja~.- Canturreó YoonGi al entrar.- ¿Quieres Baek?.- Le preguntó tendiendole un vaso con aquel contenido.
-Si claro.- Aceptó con naturalidad antes de beber un sorbo.
- Bien, ahora, a lo que vinimos.- Comenzó.- ¿Alguien aquí tiene cartulina?.- Preguntó soltando un suspiro.
-Noup.- Negó por lo que hice lo mismo con la cabeza.
-Okey iré a comprarla, ¿cuantas necesitaremos?.- Nos preguntó observandonos expectante.
-¿Unas tres?, Cuatro por si acaso.- Dijo Baek.
-De acuerdo, ya regreso.- Avisó por lo que ambos asentimos.
No fue hasta que salió de la casa que Baek habló.
-Eres un pequeño miedoso Jiminnie.- Comentó con burla.
