VIENTO

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He estado tratando de forcejear
cicatrices de heridas que creía que
habían sanado.
Tratando de coser a puro hilo y dolor
partes que por más modificaciones que le haga,
no encajan.
Sin saber que dolía más intentar unirlas
a que dejarlas ir.
Porque parecía crecer y brillar
pero en una sombría perspectiva lunar.

Unía, desataba
jugaba y hasta lloraba.
Se rompía una y mil veces más
hasta que entendí
que ni siquiera tenía que juntar las piezas.
Porque era mejor estar rota y feliz
a que conformemente infeliz.

Contradecía mis palabras
pero cuando te sientas en aquel viejo rincón dónde fuiste feliz
entiendes de lo que hablo.
Ahora el viento me lleva
adonde nunca había ido y donde nunca podría estar
porque mi piel se convierte en polvo
cada que la brisa azota.
Y me muestra lugares del mundo
que ni con todas las fuerzas de un corazón latente
puede ver en sus mejores días de gloria.

Llueve, en sequíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora