ESTÁS, PERO NO

9 1 0
                                    

No sabía lo que era
no tenerte
y sentirte en mi,
tatuado,
siempre.
¿Te había dicho ya,
que te amo?
Porque ahora,
ahorita mismo
está ardiendo.
Y creo que nunca en mi vida
había quemado tanto ese sentimiento en mí,
hasta que lo susurraste entre olas
en un arrullo de perlas.

No había caído en cuenta
en cuánto en mí estabas,
hasta que
mi alma, rebeldemente libre
se declaró tuya
y mi corazón, jodidamente terco
te ofreció un hogar.

Ahora que te has ido
y que no te detuve,
parece que el viento grita tu nombre
y mi piel,
agrietada,
anhela un beso de sanación.
Creo tanto
que he empezado a no creer
en un cielo donde me tomas de la mano
y sonrío,
mientras cantamos nuestra canción favorita.

¿Cómo borro
momentos tatuados en mi cuerpo,
cuando no son plasmados  a base de tinta
sino de amor y risas?
¿Cómo te olvido
si veo tu mirada
en los  ojos del cielo?
No sé si es mi imaginación
pero veo tu silueta y no puedo ver otros ojos,
que no sean los tuyos.

Pero vamos a sonreír, mi amor
que aunque este desecha,
las estrellas creen en nuestra suerte
de encontrarnos hechos fuego.
Y ya que el mar se niega a borrar tus besos en mi espalda,
vamos a pretender que todo esta bien
y que no me estoy hundiendo
en el infierno azul.

Llueve, en sequíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora