Llueve, en sequía

PORQUE SIEMPRE...

(Siempre serás
mi estrella favorita.)

Cómo un huracán,
quema.
Mi piel, al no tener tu tacto.
Mis labios, al no tener tus besos.
Mis sueños, porque nunca se cumplieron.

Y es que te arrebataron de mi vida
y me dejaste plantada y hechiza;
con un sin y fin de planes a la deriva
y muchísimas ganas de ser feliz
siendo tu niña.

Me pregunto qué harías tú en mi lugar,
qué pensarías
y qué acciones tomarías.
Me pregunto si me escuchas,
si me ves,
o si puedes tocarme.
Me cuestiono tus planes, Señor,
porque no los entiendo,
no los comprendo
y mi vida hecha añicos,
necesita un abrazo desde el cielo
o una miradita al infierno.

Me quemo viva
en un burdel de mala muerte
pensando en si cuidándome estarás
o de verdad ya no estás.
Tengo demasiadas preguntas
sin respuesta
que por más que la vida pase,
no lo voy a entender.
Porque sigues siendo parte de mí
y este pobre corazón solo quiere morir.
Porque estoy tan casada,
como si hubiese corrido un maratón
y se me dificulta respirar
pero solo es el dolor en el pecho
que oprime mi corazón sin medidas
al pensar que ya no estás.