13•

4K 181 108
                                    

Seth estaba nervioso. Su mejor amigo, Harold, le dijo que tenía que contarle algo muy importante.

Esperaba que Harold le confesara que estaba enamorado de él. Él lo estaba y no podía guardarselo más, en cuanto el pequeño Hufflepuff pronunciará las palabras que él esperaba, se tiraría a besarlo sin importar qué.

Luego de lo que pareció una eternidad, Harold entro a la habitación de la serpiente. Seth lo vio y sentía que desfallecía, su mejor amigo era hermoso.

—Hola —el Hufflepuff saludo sin percatarse de la forma en que la serpiente lo miraba.

—¿Que era lo que me tenías que decir? —Seth fue al grano de inmediato, sentía que si no lo besaba iba a morir.

Harold se puso completamente colorado y eso hizo que el corazón del Slytherin explotara de ternura y que en su estómago las malditas mariposas comenzarán a volar de un lado para otro—. Sobre eso... —Harold soltó una pequeña risa por lo bajo y llevó su mano izquierda a su cuello, nervioso. Seth se acercó lentamente con su vista pegada en los labios de su compañero—. Me gusta alguien. —casi no se escucharon las palabras pero por la cercanía del uno con el otro Seth pudo entenderle.

—¿Y quién es? —preguntó ansioso Seth. Casi podía imaginar sus labios sobre los de él, sus lenguas danzando, sus cuerpo sudorosos chocando el uno con el otro. El necesitaba que eso sucediera.

—Garret.

Garret. Garret. Garret.

Yo no me llamo Garret. Pensó el Slytherin con la desesperación creciendo dentro de sí.

—¿Q-que? —su boca se sentía seca y su pecho comenzó a doler.

—Garret, el Gryffindor. —aclaró Hufflepuff.

Esto no podía estar pasando, se supone que el tejón dijiera el nombre de la serpiente, no del maldito León.

—¿Te gusta Garret? ¿El Gryffindor? —Seth aún no caí en cuenta. Todo tenía que ser una broma—. ¿Como pasó?

—Hace poco tiempo, comenzamos a hablar porque una noche me lo tope en la torre de astronomía. Desde ese momento nos vemos ahí todas las noches. Solo comencé a sentir.

Nonono, esto no está pasando, esto no está pasando.

—¿É-el lo sabe? —no sabía porque seguía haciendo preguntas, tal vez pensaba que eso disminuiría el ardor en su pecho.

La sonrisa que puso el Hufflepuff terminó por quebrar a la serpiente.

—Anoche nos besamos.

Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos. Anoche nos besamos.

Slytherin cayó sentado en su cama, tragándose un jadeo de sorpresa y con la vista completamente nublada. Jura que sintió el sonido de su corazón cayendo al piso, incluso percibió el eco.

—¡Fue increíble Seth! Estábamos en silencio... —comenzó a contar Harold, ignorando como su compañero se sentía— y de repente toma mi cara y me besa, ¡A mí! Senti millones de mariposas en el estómago, aún puedo sentir sus labios sobre los míos. —porfavor detente—. Me pidió que nos viéramos hoy en la noche y creo que me va a pedir ser su pareja.

Seth se levantó rápidamente de la cama sintiendo ganas de vomitar. Harold lo miro a los ojos por primera vez desde que había cruzado la puerta, quedó sorprendido por la imagen que observaba—. ¿Que pasa? ¿Que tienes?

Seth tenía sus mejillas cubiertas por gruesas gotas de lágrimas que se perdian en el cuello de su camisa, estaba temblando y tenía sus puños completamente apretados a sus costados.

—Vete —aunque el Slytherin quiso escucharse firme, su voz apenas salió. Harold se acercó pero Seth retrocedió— ¡Que te vayas!

—¿Que? —el Hufflepuff estaba demasiado confundido—. No me iré, solo mírate ¿que te ocurre?

Seth se acercó y puso ambas manos en los hombro de Harold —Que. Te. Vayas. Ahora. —cada pausa era un empujón, uno más violento que otro.

El Hufflepuff tomo las manos del chico pero este se apartó bruscamente, como si su toque lo quemara.

—Vete. —la voz del Slytherin salió llena de odio, coraje y miedo. Todos esos sentimientos los sentía hacia su persona.

Harold obedeció y aún con una gran interrogante en su cabeza se marchó.

En cuanto la puerta se cerró, Seth cayó al piso. Lloro como jamás lo había echo, no quedó nada intacto en su habitación, todo estaba echo un desastre. Los muebles en el piso, su cama desecha, sus útiles del colegio rotos. Pero ninguno destrozó se comparaba a lo que él sentía. Lo único que quería era sacarse el corazón y pisotearlo hasta olvidar todo lo que sentía por ese tejón. Esa tarde lo más roto que acabo, fue el corazón de Seth.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Me encuentro lloran2

¿Segunda parte?

SlytherpuffWhere stories live. Discover now