Jacob Levine: Hijo de Hades. No tiene ascendencia divina en su familia además de él mismo.
Armas: posee una espada negra que fue entregada por su padre. Su poder radica en el control de los muertos, figura como el nuevo rey fantasma, titulo que no le agrada.
Físico: posee el cabello castaño y ojos negros. Su tez además de ser clara, es completamente pálida y tiende a poseer ojeras, sus ojos lucen cansados y decaídos. Su aspecto regular es de una persona erradica que ha tomado litros de cafeína. Su altura es de 1.66.
Psicología: tiende a ser alguien bastante aletargado y torpe. A pesar de su conexión con los fantasmas y la muerte, posee un gran pavor a los entes, haciendo que se mantenga la mayor parte del día alerta y nervioso, pues los fantasmas tienden a buscarle y encontrarle con facilidad. Su mayor miedo es despertar y ver un ente al pie de la cama, lo cual se ha repetido innumerable veces en su vida. Es difícil hacerle enojar, pero cuando esto pasa, pierde control de sí mismo, convirtiéndose en una persona totalmente distinta, termina convirtiéndose en alguien vengativo y sanguinario. Este lado de sí mismo también surge cuando es sometido a mucha presión, situación la cual Jacob odia.
Breve historia: su madre era embalsamadora de cuerpos y poseía una morgue donde trabajaba. Dicha morgue se encontraba en la parte trasera de la casa donde habitaban, haciendo que Jacob viese entes y fantasmas de manera continua, lo cual no era de su agrado, pues ciertos fantasmas no eran agradables. Al ser hijo de Hades, desde muy pequeño fue perseguido por los monstruos. Finalmente a la edad de 8 años su madre muere a manos de una arpía frente a sus ojos, es rescatado por otro semidiós de nombre Katze, quien era 3 años mayor que él. Después de aquel suceso, el fantasma de su madre se mantuvo cerca de él por alrededor de un año, lo cual acentuó su trauma, culpabilidad y miedo.
Defecto fatídico: miedo.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
