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Para la mañana siguiente los alumnos de Hogwarts se dirigían al gran comedor para seguir escuchando las presentaciones, los Slytherin's estaban aún más animados con la llegada de los hijos de Theo y Tory, reían como hace tiempo que no lo hacían.

— ¿Cómo logró no confundirme?—preguntó Theo a sus hijos, el parecido entre ambos era mucho e incluso ya los estuvo confundiendo un par de veces en lo que llevaba del día.

—Nos obligas a usar esta joyería encantada.—dijo Lyssander mostrando un pulsera de oro con el nombre del chico—El nombre no cambia a pesar de hacernos pasar por el otro.

—Mamá es la única que sabe quienes somos sin necesidad de esto.—continuó diciendo Lorcan.

—Hola Lorcan y Lyssander.—dijo una dulce voz, Luna pasaba aún lado saludando correctamente a cada chico.

—Creo que es mejor sentarnos.—interrumpió Axel antes de que su tío sacará conclusiones.

Después del desayuno todos esperaban con ansias las siguiente presentación, una encapuchada avanzó al centro y quito la capa encantada. La chica tenía el cabello castaño, ojos marrón y una linda sonrisa. Algunos chicos quedaron embobado con la chica.

—Hola, soy Lizza Wood Bell

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—Hola, soy Lizza Wood Bell.—la actitud de la chica era muy diferente a la de su hermano mayor.—Tengo 16 años, mi casa es Revenclaw, juego Quidditch como cazadora, mi materia favorita es vuelo y después de Hogwarts quiero jugar en algún equipo de Quidditch.—Oliver sonreía a mas no poder con su hija—Mi patronus es un pato, mi padrino es Harry y creo que es todo de mí. Así que comiencen las preguntas.

— ¿Realmente te gusta el Quidditch?—preguntó Oliver aún sin poder creer que uno de sus hijos heredará su gusto deportivo.

—Lo odiaba hasta que entre a Hogwarts y descubrí que era muy buena.

— ¿Algún novio?—preguntó Katie y Oliver no pudo evitar sentir celos.

—No, pero hay un chico que me gusta.—pudo sentir como sus mejillas comenzaron a arder.—Es todo de mí.

Bajo rápidamente las escaleras y antes de llegar con sus padres sintió como caía al suelo, pero afortunadamente James reaccionó antes de que cayera al suelo.

—Eres hábil con la escoba, pero algo torpe con tus pies.—se burló James.

—Cállate Potter.—dijo Liz golpeando a James y yéndose con sus padres.

Otra chica avanzaba al escenario, dejó caer la capa y una chica rubia, mejillas algo regordetas y unos ojos verdes apareció en el escenario.

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Rompiendo TradicionesWhere stories live. Discover now