Una Maldita Vastaya - [Xayah, Rakan y Kai'sa] [CANCELADA]

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Hoy presentamos:

"Aquí"

— ¡¿Qué haces aquí?! — exclama confundida ante la presencia de aquel chico en aquella habitación. ¿Quien diría que ambos estarían en el mismo lugar?

— Eso iba a preguntar. ¿Tú qué haces aquí? — observa a la contraria con una ceja levantada.

— Tengo mis razones para estar aquí.

— Yo también tengo mis razones para estar aquí. — se acerca, ella solo frunce el ceño. — ¿Por qué estás aquí?

Ambos cruzan miradas esperando respuesta alguna del otro. En esas circunstancias era extraño verse, y aún estando en ese lugar.

— ¿Podrían callarse? — una voz gruesa se une a esta charla de preguntas. — Señor detective, esto no es un interrogatorio, estamos heridos y queremos descansar. ¡¡Si no me dejan dormir les arrancaré la asquerosa garganta a cada uno y se los daré a los p*tos perros!! — amenaza claramente molesto desde su cama.

El pelirrojo chasquea su lengua.

— Tch, tienes razón, Rhaast, regresaré en un momento. — el pelirrojo se acerca a la puerta no sin antes ver por última vez a su amiga. — Vaya casualidad.

Cierra la puerta y Xayah suspira pesadamente y estresada jala sus orejas quejándose de su suerte.

— No sabía que lo conocías.

— Estudia en el mismo lugar que yo, somos compañeros. — bufa y lleva su mano a su sien. Ya tuvo mucho por ese día, demasiado diría. — ¿Que se cree él para venir así y preguntarme como si nada? Espera, ¿tú también lo conoces?

— Ay, pajarraca, te perdiste de mucho de este lugar. — mueve ligeramente sus orejas y levanta su ceja confundida.

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— ¡Kai'sa! — la mencionada se da cuenta de aquel joven viniendo hacia ella. — ¡Por todos los chocolates del mundo! Te estábamos buscando. Que bueno que estés bien.

Cierto rubio se acercaba rápidamente a ella chocando con algunas personas pero no le importaba. Teniendo ligero cuidado ya que también se cubría para que no lo reconozcan, aunque en ese aspecto era algo despistado.

— ¿R-Rakan? — incrédula sin saber exactamente qué hacía su compañero ahí. ¿En serio la buscaba? ¿Cómo sabía dónde encontrarla?

— Uff, Kaisi, que bueno que estés bien. Irelia se asustó mucho cuando no te encontró en tu habitación, llamó a Leblanc y, bueno. — se rasca la nuca tratando de pensar. — ¡Te estábamos buscando!

— Deben de estar molestas... — la rubia baja la mirada.
Debía de esperarse. Su afán por querer saber cómo estaba su padre le llenó demasiado la cabeza, tanto que ahora le dolía severamente por todo el estrés.

— No, no, al contrario, estaban preocupadas por tí. Leblanc nos dió una pista de a dónde pudiste haber venido. — el vastaya sonríe y la abraza con cariño. En serio se había preocupado, por ella.

Kai'sa igualmente lo abraza. Con todo esto olvidó por unos momentos a quienes tenía cómo familia.

— ¿Joven pájaro de colores? ¿Otra vez en un casino? — la joven camaleón interrumpe aquel momento al ver a Rakan.

— ¡Oh, Neeko Nii! Qué... bueno verte. — responde feliz pero con cierto nerviosismo en su voz.

Al parecer se conocían, y aquello solo deja confundida a Kai'sa.