Capítulo 28 |¡Las tengo grandes! y... ¿Está viva?

69 7 6
                                    

April
¿Alguna vez has tenido un bloqueo mental profundo?
¿De esos que duran días, semanas e incluso meses?
¿Si? Ah bueno a mí me pasa lo mismo.
Estoy extendida en mi cama mirando fijamente el techo…
La inspiración para dibujar o pintar simplemente no llega y lo que más me preocupa es que no me importa tampoco.
Los últimos días no he hecho nada más que despertar, comer, ir a clases (a las cuáles no presto un mínimo de interés), dormir y quedarme sentada por horas viendo fijamente un lienzo, no sé que me pasa no tengo ni ánimos para hacer simples trazos.

-April, iremos de compras ¿Vienes?- Claire entra a mi habitación.

-No, vayan sin mi- respondí

-Tal vez puedas encontrar algo que te guste- se sentó en mi cama.

-No lo sé, Claire- dije- ¿Irá Taylor?-

-Lastimosamente- respondió

Si Taylor pudo salir de su cueva ¿Por qué yo no?
-Bien, iré- me levanté y Claire sonrió macabramente. Tenía un plan y no me gustaba.

-Genial, llamé al chófer para que pasara por nosotras, alístate rápido- dicho esto salió de mi alcoba.
Caminé hacia al baño y me mire al espejo
Meeh, podría mirarme peor.
Me cepille los dientes y me peine un poco, salí del baño y me dirigí al closet, saque un suéter color beige oversize y lo puse encima de la camisa blanca ajustada que llevaba, me dejé las medias negras que traía y solo me coloqué unas zapatillas bajas simples.

El grito de Claire me hizo bajar  al salón principal de la casa donde solo estaba Alexa terminando de ponerse un calcetín.

-Hey- saludé y pase de ella para subir al auto negro que estaba esperando en la calle.
Un hombre abrió la puerta y yo entré para sentarme al lado de una malhumorada Taylor.

-Tiempo sin verte- murmuré elevando las comisuras de mis labios.
Me miró a través de los lentes pequeños negros de aro ovalado que llevaba y me dió una mirada de asco.
-fue el mejor tiempo de mi vida- respondió.

-Vamos- dijo Alexa mientras el mismo hombre cerraba la puerta del auto.

Al parecer nuestros padres volvieron a darnos guardaespaldas. Ya habían tardado mucho.

Durante el camino todas estuvieron en su celular, incluída yo.
Luego de unos minutos el auto se detuvo en el parqueo de un centro comercial, bajamos y procedimos a caminar al elevador, uno de los guardaespaldas presionó el botón que le indicó Claire y empezamos a subir, llegamos al cuarto nivel del centro comercial y empezamos a caminar siguiendo a Claire.

¿Cuando fue la última vez que salí a comprar ropa? Tal vez fue
para acompañar a mi mamá, usualmente compro mi ropa en línea.

Nos detuvimos en una tienda de marca reconocida y Claire nos hizo pasar a todas, la tienda estaba casi vacía y se miraba demasiado extravagante para mí gusto.

-Hola, será un placer para mí poder ayudarles en lo que sea- un chico que no pasaba de 25 años se acercó a nosotros con una sonrisa radiante.

-Si, si-Claire agitó su mano restándole importancia al saludo del chico- ¿qué le recomiendas a esa pelirroja ?- preguntó.

Abrí mi boca para objetar pero el chico habló antes que yo- hay unos vestidos de temporada que harán que sus ojos resalten bastante, se los puedo enseñar si desean-

-sorpréndenos- volvió a hablar Claire.
Taylor y Alexa se distrajeron viendo unas blusas que estaban en unos estantes y se olvidaron completamente de que me estaban dejando a la merced de Claire en una tienda de ropa. ¿Acaso no sabían cuántas cosas podían salir mal?

El club de las chicas mimadasKde žijí příběhy. Začni objevovat