Sterek Drabbles

"I think I love you"

Todo había sucedido muy rápido para Stiles. Ahora mismo, lo único que quería era escabullirse, cavar un agujero en el suelo y enterrarse hasta que pasaran miles de años y el lobo se olvidara de lo que había dicho. No  le importaría morir en ese mismo momento. Se lo merecía por abrir esa bocota tan enorme que tenía.

"¿Qué has dicho?" le preguntó el mayor aún con los ojos abiertos como platos y las manos temblorosas. El adolescente no sabía si debía repetir aquellas palabras. Podría simplemente  decir una broma y hacer que el licántropo se enfadara con él. Todo acabaría antes y podría irse a su casa y seguir con el plan de enterrarse vivo.

"He dicho, que creo que te quiero" pronunció de nuevo. Total, el otro ya lo había escuchado. ¿Para qué le iba a mentir? No es como si su superoído le hubiera fallado justo en ese momento. Era mayor que él, pero tampoco era un anciano. Aunque, ni siquiera sabía si los hombres lobos cuando llegaban a la vejez perdían del todo la audición. Debería investigar sobre eso cuando llegara a casa. Sí, podría llevarse el portátil a su agujero y escribir un libro allí. Primero debía colocar una antena para el wi-fi.

"¿Stiles?" salió de su ensimismamiento y miró al pelinegro, quien no parecía estar disgustado ante su declaración. Es más, parecía hasta contento. Sus ojos verdes brillaban con intensidad y la comisura de sus labios estaba intentando subir hacia arriba, tratando inútilmente de formar una sonrisa, o al menos, un esbozo de ella.

"¿Sí?" respondió, con el ceño fruncido y una de sus manos en la boca, comiéndose la uña del dedo anular como un león a una cebra. Pronto llegaría al final y se mordería el padrastro. La sangre caería y llenaría su camiseta, haciendo un morboso estampado. 

"¿Lo dices en serio?" El adolescente asintió rápidamente, aún con la uña en la boca. Estaba muy nervioso. ¿Y si ahora se ríe de él? No creía que el lobo fuera esa clase de persona pero, ¿qué es lo que sabía realmente del pelinegro? 

"Claro que lo digo enserio, joder. ¿Quién bromea sobre eso? Que sí, que normalmente no puedo mantener conversaciones serias, pero este tema nunca lo tocaría a la ligera. Creo que te quiero, más que a un amigo, más que a un hermano, más que a un amante. Creo que mi amor por ti es tan grande, que no podría compararse ni siquiera a la infinidad del espacio." terminó, volviendo a poner una uña en su boca, ahora la del dedo corazón. Se quedaría sin uñas en un santiamén y ya no podría rascarse como es debido sin utilizar un lápiz. 

Hubo un silencio tan grande, que Stiles estaba por salir corriendo del loft del mayor y cavar su agujero en el medio del bosque. Esa idea seguiría allí hasta que el de ojos verdes le dijera algo. Ya fuera bueno o malo. La vergüenza que estaba pasando no era normal. Había sido avergonzado muchas veces, pero nada se comparaba a esto. Su corazón parecía querer salir de su pecho y uno de sus dedos ya estaba sangrando, aunque la mancha carmesí no había acabado en su ropa, sino en el desgastado suelo de madera, y se había colado por las grietas de este, perdiéndose en la oscuridad.

"Yo también te quiero. Aunque yo no le pongo un creo delante, porque nunca he estado tan seguro de algo en mi vida como lo que siento por ti." y sin más el lobo se había acercado, había apartado la mano de su boca, había besado el dorso de esta, y luego le había besado a él. Nunca había sentido tantas emociones como ahora. Llevó una mano temblorosa al cuello del más alto y lo atrajo hacia sí, acercándolo lo máximo posible y besándolo con mucha más pasión que antes.

Él amaba al licántropo de ojos verdes como nunca había amado a nadie. Sin embargo, no se lo había dicho sin el "creo" delante, porque si el otro le rechazaba y nunca hubiera puesto ese maldito verbo, no hubiera podido hacerse el bromista y escapar de la desgraciada situación en la que se hubiera encontrado. Pero bueno, eso nunca había pasado, por lo que a lo largo de la noche le repitió de mil maneras diferentes que le quería, pero el "creo" había desaparecido por completo.