El Dolor de una sacerdotiza

Capítulo 9 - La verdad revelada para un Kitsune

Shippou tenía mucha curiosidad por el olor proveniente de Bankotsu. Era de Kagome. A pesar de que habían pasado unos días desde la muerte de Kagome, estaba allí como si Kagome estuviera con ellos. Sabía que Bankotsu tenía algo suyo y quería saber de qué se trataba. Pensó mientras viajaban en una buena manera de averiguarlo. Como si fuera a ser así, podía oler un río adelante. "Todo lo que tengo que hacer es hacer que se detengan y luego revisaré las cosas de Bankotsu".

-Oye, Inuyasha, ¿hueles ese río más adelante?.

-¿Si lo....

-Bueno, puede pasar un tiempo antes de que volvamos a ver uno y creo que es una buena idea que paremos ahora mientras estamos cerca.

-¿Qué te cansaste de no hacer nada?.

-No, simplemente no quiero que Bankotsu muera de cansancio. Y no hemos comido ni tomado nada en todo el día.

-No estoy cansado.- Dijo Bankotsu.

Shippou e Inuyasha podían decir que realmente no estaba escuchando lo que decían. Solo lo hacía de vez en cuando para que no le preguntaran en qué estaba pensando. Por supuesto, ellos ya lo sabían también.

-¿Ves? ¿Por qué nos detendríamos si él no está cansado?

-Vamos, podrían pasar días antes de que encontremos agua nuevamente.

Inuyasha se detuvo y Bankotsu también. -Feh, bien, nos detendremos por un momento.

Se detuvieron, cuando llegaron al pequeño cuerpo de agua. Shippou observó a Bankotsu poner su alabarda y algo más contra un árbol cercano. Shippou esperó hasta que Bankotsu se pusiera agua en la cara y luego se acercó al árbol.

Inuyahsa observó a Shippou mientras hacía esto. "Necesita saber lo que estamos haciendo de todos modos." Pensó.

Shippou probablemente estaría molesto, pero lo superaría una vez que viera a Kagome. Shippou recogió el hueso y comenzó a gritar. Y no por lo que acaba de ver, sino porque Bankotsu lo estaba sosteniendo en el aire ahora frente a él. -Tal vez deberías haber preguntado. No habría mentido-. Puso al kitsune en el suelo y recogió sus cosas.

-Vamos. Es obvio ahora por qué Shippou realmente quería que nos detuviéramos.

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Sango se sentó en su lugar normal. A la entrada del bosque. El bosque por el que habían viajado muchas veces llevando a Kagome de regreso al pozo. Oyó hojas crujiendo detrás de ella pero no se movió. Ella sabía quién era.

-Sabía que te encontraría aquí.

Era la voz de un hombre. Una voz que ella conocía muy bien.
-Sí, me dice eso cada vez que me encuentra aquí, Monje Miroku.

Se sentó a su lado pero no la miró. -¿Está mal que me preocupe por ti?.

-No, pero no hay nada de qué preocuparse. Estoy bien.

-No, no lo estás. Te conozco muy bien, Sango. No puedes engañarme con tu sonrisa falsa.

-Realmente lo van a hacer, ¿no?

-¿Qué?

-Inuyasha y los demás. ¿Crees que realmente pueden traer de vuelta a Kagome?

-No lo sé.-

Sango guardó silencio por unos minutos. Luego se arrojó a los brazos de Miroku. Ella no lloró, pero no habló. Pasó su mano arriba y abajo por su espalda. Su mano comenzó a caer más abajo. Sango sabía lo que venía y lo abofeteó. Luego irrumpió en la aldea dejando a Miroku con una enorme huella roja en la cara.

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Kagome se sentó lejos del agua. Ella no quería saber qué estaba pasando. Y ella realmente no quería saber qué iba a pasar en el futuro.

-¿Qué pasa, Kagome?

-Nada, sabes con todo lo que pasó, olvidé preguntarte tu nombre. Entonces, ¿cuál es?

-No estoy segura. He estado aquí mucho tiempo y nunca he usado mi nombre desde que estuve aquí. Supongo que lo olvidé.

-¿Es por eso que usas tanto mi nombre?

-Sí, pero ¿por qué no me das un nombre nuevo? Realmente me gustaría.

-Está bien, ¿qué tal ... Sankotsu?

-Veo una mezcla del nombre de tus dos amigos. Me gusta mucho, gracias Kagome.

-De nada Sankotsu.

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-¿Alguno de ustedes piensa que Kagome querría esto?

-No, no creo que lo querría-. Bankotsu dijo deteniéndose. Inuyasha se detuvo y Shippou saltó hacia abajo.

-Entonces, ¿por qué haces esto? ¿No hay otra forma de salvar a Kagome?

-Creo que estoy siendo egoísta al traerla de regreso, pero esta es la forma más rápida y lo haré. Si no quieres venir, puedes irte.

Partió nuevamente corriendo a toda velocidad.

-¿Y Bien?- Dijo Inuyasha.

Shippou suspiró pero saltó sobre su hombro.

-Kagome querrá saber qué tan malo has sido conmigo, Inuyasha.

Capi corto lo se..😅
Nos leemos en el proximo

Kisses 😉