El Dolor de una sacerdotiza

Capítulo 17 - Viejos amigos

Advertencia: este capi contiene lemon, muy pero muy hot, cortesía mía por si acaso.
(Porque en la historia original esto no había)
Lamento si eres sensible a mi perversa mente, pero luego de leer tantos BanKags solo se dio.😅
Si no quieres un sangrado nasal no leas este capítulo o solo lee hasta la mitad.

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Kikyo miró a su alrededor. -¿Qué está pasando? ¿Por qué estoy aquí de nuevo?

-Utilizamos la perla Shikon para traerte de vuelta. Naraku está muerto. Y la perla se fue de este mundo.

Kikyo no miró a Kagome mientras hablaba. Ella miró a Inuyasha.

-¿Deseaste que volviera? ¿Aunque intenté matarte?

Inuyasha miró a sus pies y se sonrojó. -Si...

-¿Por qué harías eso? ¡Me traicionaste!

-No, él no te traicionó. Fue Naraku. El fue el culpable de todo. Los volvió uno contra el otro.

Esta vez ella miró a Kagome.
-¿La perla realmente se ha ido?

-Si.- Pero tan pronto como Kagome lo dijo, pareció asustada.

-Kagome, ¿qué pasa?- Bankotsu preguntó de pie con los otros que aún no lo habían hecho.

-¡El pozo, tengo que ir al pozo!

-¿Qué?

-¡Necesito ver si el pozo está cerrado!

-Kagome, no creo que sea una buena idea. No estamos cerca del pozo. Y todavía estás en peligro.

-¡No me importa! ¡Quiero ir!- Ella dijo. Ella empezó a llorar. Ella sabía que todo había terminado. Podía sentir que el pozo estaba cerrado. No sabía cómo, pero sabía que así era.

Bankotsu se acercó y la abrazó. Ella lloró en su pecho.

-Kagome, lo siento mucho. Dijo Sango poniendo su mano sobre el hombro de Kagome.

-Sí, sabemos que extrañarás tanto a tu familia- Miroku dijo poniendo una mano sobre el otro hombro.

Sankotsu se acercó y la abrazó por el costado. Inuyasha fue e hizo lo mismo. Kagome no sabía cuánto tiempo permanecieron así, pero finalmente se alejó de Bankotsu y todos se alejaron de ella.

-Gracias chicos. Me siento mejor ahora.

Kagome miró a su alrededor y vio a Kikyo sentada sola en el suelo con los ojos cerrados. Kagome miró a Inuyasha y luego sacudió la cabeza en su dirección. Él entendió el punto y se acercó a ella. -¿K-kikyo? ¿Estás bien?

Abrió los ojos y sonrió débilmente. -Estoy bien. Entonces, ¿alguien puede informarme sobre lo que está pasando por aquí?

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Sesshomaru caminó rápidamente en su camino. El aroma de las lágrimas humanas era fuerte. Sin embargo, no le importaba eso. Podía oler a su medio hermano y podía olerla. Kikyo. Nadie sabía que se conocían cuando ella estaba viva. ¿Por qué lo harían ellos? Nunca admitiría que se asoció con un humano. Y definitivamente nunca diría que en realidad era amigo de uno. Podía recordar cómo sucedió.

Flashback...

Sesshomaru estaba buscando a Inuyasha. Había oído hablar del asqueroso híbrido que intentaba llegar a la Shikon no Tama. Quería saber por qué Inuyasha lo quería. Podía oler a un humano y escuchó que algunos arbustos se movían detrás de él.

Se dio la vuelta para encontrar una flecha a una pulgada de su cara.

-Muévete y te mataré- Dijo la mujer que sostenía el arco.