Capítulo 18 - Viniendo a la Tierra

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Nar-huko estaba enojado. Sankotsu ni siquiera había tratado de contactarlo. De hecho, estaba seguro de que ella estaba ayudando a sus llamados amigos. No entendía eso, después de todo lo que habían pasado juntos. ¿Cómo podría traicionarlo? Decidió que tomaría el asunto en sus propias manos.

Kagome se preguntó si alguien notaría la diferencia en ella. Inuyasha y Shippou notarían si hubiera un cambio en su aroma. Ella no sabía a ciencia cierta si sabrían. Nunca había preguntado por algo así.

Ella y Bankotsu caminaron hacia el claro tomados de la mano. Inuyasha estaba comiendo Ramen mientras Kikyo empezaba y olía el suyo. Sango estaba mirando a Miroku que tenía una enorme huella en la cara. Shippou estaba a unos metros del grupo jugando con Kirara.

-Kagome, ¿dónde han estado ustedes dos? Estábamos preocupados- Dijo Sango sonriendo al ver a su amiga.

-Eh!, nosotros, solo salimos a caminar, eso es todo. Solo para tomar un poco de aire fresco-

Ella vio a Inuyasha mirarla con cara de que él no lo creía. Eso no era nuevo.

"Tal vez mi aroma cambió."

-Oh, bueno, tenemos que ponernos en marcha pronto. Aunque no estoy seguro de a dónde- Miroku terminó de mirar a Sankotsu.

-No estoy segura de cuándo deberíamos ir. En realidad, no sé a dónde ir..., espera, lo sé!!. Recuerdo dónde sucedió. ¡Dónde me mató!.

-¿Dónde?

-Es extraño para mí. Sucedió justo donde Kagome se encontró con Bankotsu después de que ella los dejó a todos ustedes-

Kagome pareció sorprendida. Al igual que Bankotsu.

-Lo siento, pero no sé el camino. Fui atacada y caí allí. Sesshomaru me salvó de tocar el suelo, así que no tengo forma de saber exactamente dónde estaba.

-Sé dónde estaba. Vamos- Dijo Bankotsu.

Todos comenzaron a empacar las cosas y todo lo demás, excepto Inuyasha, que llevó a Kagome a un lado.

-Kagome, ¿por qué les mentiste a todos?.

-¿Acerca dé..?.

-Sabes de lo que hablo.

-No, no lo sé.

-¿Quieres que te lo explique?

-Supongo que sí.

-¡LO SÉ, TÚ Y BANKOTSU SE APAREARON!

Todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo y miraron a Kagome e Inuyasha. Kagome se sonrojó pero al mismo tiempo parecía furiosa con Inuyasha.

-¿Qué? ¿Kagome? ¿Y Bankotsu? ¿Y antes de que Sango y yo...? Eso es una sorpresa- Sango golpeó a Miroku en la parte posterior de la cabeza.

-Inu-ya-sha ...

-Feh, ¿qué?.

-¡Abajo abajo abajo abajo abajo abajo ABAJO!

-AHHHH.- Dijo mientras lo estrellaban contra el suelo una y otra vez.

Kagome miró al resto del grupo. Nadie dijo nada más durante mucho tiempo. Y nadie se movió.

-Deberíamos  movernos- Dijo Kikyo rompiendo el silencio.

-Correcto.- Algunos de ellos dijeron al mismo tiempo.

Kagome suspiró y miró a Bankotsu que estaba empacando como si nada hubiera pasado. Por supuesto que no actuaría avergonzado. Para empezar, no era exactamente inocente, pero ella también sabía que la amaba. Nunca se avergonzaría de eso. Ella sonrió ante esto. Ella también lo amaba. Seguro que se habían adelantado un poco, pero ella quería tener todo lo que pudiera con él si no lograba pasar de la batalla final. Y era posible que ella no lo hiciera. No le quedaba mucho tiempo de todos modos.

El Dolor de una sacerdotizaWhere stories live. Discover now