Zeid:

193 32 16
                                    

Hoy la Luna me hace compañía
y tu voz, en mi oído,
más sublime que nunca,
me tiene sin poder despegar
las manos
de mi cuerpo

Hoy soy más perversión
que otra cosa
No sé mi nombre
Olvidé hasta de dónde vengo
Lo único que sé
es cómo te llamas
porque desde que entraste en mí
te vengo diciendo

Sé que estoy en el piso del baño
y he estado mirando
todas tus fotografías
Y me da risa,
porque quienes no pasan por esto,
los otros,
dicen que es posible controlarlo
Pero es que,
yo, Belén, ¿realmente
soy capaz de manejarlo?

Dios tuvo misericordia de mí
He cometido pecado
Y quizá después me arrepienta,
pero ahora estoy yo reclamando
Por eso,
escucho una voz masculina
y le correspondo
Por eso,
no tengo miedo y
te imagino aquí,
a mi lado,
cerrando los ojos
y descubriendo el secreto

Necesito una bebida
Aunque diré la verdad:
no tomo nunca
¡Pero madre Santa, hombre,
todo esto está tan bueno!

Si deseas tocarte
bajo la luz y compañía
de la misma luna,
hazlo
Yo ya lo hago

Alma Mía • PoemarioWhere stories live. Discover now