1

9.7K 373 139
                                    

Mei corría, estaba huyendo, Yuzu ya no aguantaba mas, no podía aguantar el no decirle a Mei lo que sentía, aunque ya lo había hecho, quería que lo tuviese bien en claro, hasta este punto, ambas estaban en el suelo, y aquí Yuzu Preguntó...

Yuzu: Así que, si sientes lo mismo, por favor... Dame un beso (literal no me acuerdo cómo lo decía exactamente)

Mei: ...

Mei: Déjame.

Yuzu: eh?

Mei: eh dicho que me dejes.

Yuzu: Que te deje que.

Mei: ¡QUE ME DEJES EN PAZ, YA TE AGUANTE SUFICIENTE, NO ENTIENDO COMO PUEDES SEGUIR CON ESTO YUZU!

Yuzu: Mei... Yo solo...

Mei: EH DICHO BASTA YUZU, SÁCATE, NECESITO LEVANTARME, APUESTO A QUE HIMEKO ME AH DE ESTAR ESPERANDO, EH TENIDO SUFICIENTE DE TU PARTE.

Yuzu queda atónita en el piso dándole campo a Mei para que se levante.

Yuzu: Oye Mei...

Mei: Ahora que...

Yuzu: ¿Al menos me quisiste como hermanastra?

Mei: ...

Yuzu: (solo agacha la cabeza y sonríe irónicamente)

Mei se va, con el paso acelerado. Yuzu empieza a llorar arrodillada.

Al llegar, Mei no parece tomarle importancia a lo que había pasado antes, estaba revisando que todo esté en su lugar, ya sin nada más que hacer, tomo su toalla y se dirigió a bañarse. Mientras tanto Yuzu estaba un poco calmada en el banco de una de las calles, y a su vez una chica de pelo castaño claro, con gafas y un Sacon que le tapaba el cuello y le llegaba a las rodillas, se apoyo en frente de Yuzu dándole la espalda, apoyándose en el mango del puente observando a su alrededor, hasta que suelta una pregunta.

???: ¿Disculpa, no crees que es extraño que llores en público?

Yuzu levantó su cabeza con una mirada confusa, y dijo.

Yuzu: Disculpa, aún más extraño es que alguien esté con gafas de noche.

La chica giro y sus pupilas se dilataron y nadie lo noto, ni ella misma, al ver a Yuzu en ese estado, sintió una pequeña punzada en el pecho. Se acercó, se quitó las gafas y se pudo divisar un moretón en el ojo izquierdo. Yuzu al verlo un poco admirada dijo.

Yuzu: Tú, tú... Yo, lo siento lo que dije antes, es que...

Eri: Eri, soy Eri, u no tienes porque disculparte, hoyo estoy celebrando.

Yuzu: ¿Celebrando? ¿Que estás celebrando?

Eri: Hoy termine con un chico que definitivamente no era mi tipo, además no conozco mucho este lugar, por lo que puedo disfrutarlo.

Yuzu: ¿Eh? ¿No eres de por aquí?

Eri: No, para nada, venía con mi ex para arreglar mi matrimonio, pero realmente me descontrole porque ya no aguantaba mas, y ahora estoy aquí.

Eri miro directamente a Yuzu estando sentada junto a ella, con una sonrisa suave que demostraba tranquilidad, Yuzu se quedó asombrada por lo hijos celestes de Eri, eran hermosos, a Yuzu no le importo ese momento el moretón de Eri, o la situación con Mei, ni mucho menos que era bastante tarde para regresar al hotel, ella solo quería mirar un rato más esos ojos celestes como las aguas del caribe, que la dejaron hipnotizada por segundos.

Eri: Bueno, supongo que debo irme, oye por cierto yo te di mi nombre, tu no.

Yuzu:¿Eh? Pues, pues, soy Yuzu, Yuzu Aiha... (Lo piensa bien) No, soy Okogi, Okogi Yuzu, un placer.

Eri: Pues nos vemos, Yuzu, espero nos reencontrarnos, adiós.

Yuzu: Adios...

Yuzu regreso al hotel con una mirada seria, pero alegré, no estaba arrepentida de haber conocido a Eri, y esperaba con ansias volverla a ver.

𝑹𝒆𝒄𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓𝒕𝒆 (𝑪𝒊𝒕𝒓𝒖𝒔)Onde histórias criam vida. Descubra agora