Hooters.

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Capitulo 14

—Bienvenidos—Dijo una chica con un grandísimo escote y unos apretados shorts sonriendo de lado a lado.

El olor a comida y cerveza me golpeo rápidamente

—Gracias linda—Dijo William guiñándole un ojo.

La chica le sonrío en respuesta y nos entregó los menús para luego retirase. Era atractiva. Como negarlo. Pero no tenía ganas de andarme liando con chicas desconocidas. Lo había hecho una vez...y no me estaba yendo nada bien.

—Hey...Josh—Dijo William mirando el menú detenidamente.

No hubo respuesta. Estaba demasiado hundido en mis que ni siquiera me había percatado de William.

— ¡Hola! ¡William llamado a Josh!—William saltó una pequeña risa para después seguir ojeando el menú.

—Vamos William—Le dije divertido por aquella situación.

"Fiesta de Hillary" "Fiesta" "Hillary" Era lo único que retumbaba en mi cabeza una y otra vez. ¿Pero qué cosa haría YO allí? Hillary. Oh mi querida Hillary. La chica descontrolada que había conocido en toda mi vida. Nunca había osado a posar pie en ninguna de sus fiestas. Pero por lo que toda la universidad decía después una de sus fiestas. Podías estar seguro...100% seguro, que sus fiestas. No eran ningún chiste.

— ¿Qué pedirás?—Preguntó William—Estoy hambriento.

—Pues...Supongo que ¿Alitas?—William asintió y llamo a la chica para que tomara nuestra orden.

—Mira esto...—Dijo William casi en mi susurro antes de que la chica llegara.

—Así que... ¿Qué desean chicos?—Dijo la chica amablemente.

—A ti...en mi cama—Contesto William "seductora mente".

De un segundo para otro la pobre chica sorprendente se encontraba sumamente sonrojada.

—Déjalo—Me dirigí a su gafete en donde se encontraba su nombre—Marianne, es un imbécil...

—Bueno... ¿Qué van a pedir chicos?—Dijo Marianne soltando una pequeña risita nerviosa. Pude notar que había cambiado sabiamente aquellas palabras.

—Bueno...—Dije ojeando nuevamente el menú—Unas Alitas, dos cervezas y una pizza. Por favor Marianne—Dije tratando amable. La chica parecía estar sorprendida por haberla llamado por si nombre y no por "Nena" "Linda" o "Dulzura".

— ¿Es todo?—Dijo ella anotando todo en la pequeña libretita.

—Así es—Dije afirmando. Mire rápidamente a William que se encontraba fulminándome con la mirada y con el ceño fruncido.

—Ahora vuelvo—Dijo ella amablemente para luego retirase.

Pasaron algunos minutos de mirada asesinas de parte de William y negación de mi parte antes de que alguno de los dos decidirá abrir la boca.

—Idiota—Mascullo.

— ¡Tú la molestaste!—Le reclamé molesto.

— ¿Qué no era una maldita noche de chicos?—Me reclamo de vuelta.

—Jugaste sucio—Le recordé.

—Mierda, es cierto...—Soltó una carcajada y sólo trate de reprimir una sonrisa porque si no el maldito me ganaría en esta batalla.

— ¿Tú conoces a Hillary?—Cierta curiosidad se coló por mi voz.

— ¿Qué si la conozco? ¡Por Dios Josh!—Dijo William sin dejar de reír.

Sabía que William era conocido. Sabía que era popular. Sabía que salían todos los fines de semana. Pero... ¿Hillary? ¿Enserio? No lo creo.

— ¿Con quién crees que está tratando?—Preguntó William incrédulo.

Buena pregunta...

—Creído de mierda—Lo reprendí.

—Gracias—Dijo William sonriendo como si hubiera recibido un cumplido.

Charlamos un poco y reímos a más no poder también. Después de todo, la vida no era tan mala. Y agradecía de tener a William. Era un buen amigo. Aunque no me quedaba muy en claro por qué William había decidido ser mi amigo. Algunos minutos después Marianne llego con la comida. Agradecimos y sin perder tiempo alguno empezamos a devorar toda la comida.

—Esto está realmente bueno—Dijo William masticando un pedazo de pizza.

—Al igual que las chicas...—Brome mientras le daba un trago a mi cerveza.

— ¿Pero qué mierda? ¡Y porque no vas se lo dices en la cara!—Siguió diciéndome mientras devoraba su pizza.

—Porque no soy tan imbécil como tú—La reacción de William me hizo quedar satisfecho y no pude evitar sonreír ante mi victoria.

Terminamos muestra cena y William llamo a la chica para pagar la cuenta. Deje el dinero y la cuenta. William y yo nos levantamos y caminamos hacia la salida satisfechos por la cena. Pero un pequeño brazo me detuvo antes de salir. Voltee y sorprendentemente se encontraba Marianne. Me sonrió tímidamente dio un largo suspiro y artículo un pequeño...

—En verdad te lo agradezco, gracias—.

Nota de la autora:

¡Holaaa! Aquí de nuevo...gracias a todos los que leen. ¿Qué harán este fin de semana? Yo iré a una especie de campamento. Será una locura... ¡Ya llegamos a los 12k! ¡WUWU! no se olviden de votar y comentar. Hasta luego mis queridos pequeños...

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