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Yareni me guió por los pasillos del Templo Mayor hasta que salimos por la apertura del santuario de Huitzilopochtli que daba hacia el exterior del edificio

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Yareni me guió por los pasillos del Templo Mayor hasta que salimos por la apertura del santuario de Huitzilopochtli que daba hacia el exterior del edificio.

Nada más cruzarla, mi piel fue acariciada por la anaranjada luz solar del astro rey. Era muy irónico salir del santuario del dios sol para volver a recibir a "otro" Sol. A mi lado derecho se encontraba Tlaneci y a mi izquierdo Yareni.

Dirigí mi vista hacia abajo de la gran pirámide y pude ver a una gran cantidad de gentes. En el gentío pude distinguir personas de todo tipo: Pude ver campesinos, más sacerdotes, gente de la nobleza, guerreros normales y de la élite; y, por último, vi al Huey Tlatoani ( Dios, estaba viendo al mismísimo Moctezuma II en carne y hueso). El emperador mexica estaba en primera fila debajo de las escaleras y, en cuanto me vio aparecer, empezó a subir las colosales escaleras para nuestro tan ansiado por otros encuentro.

Lo que de verdad me sorprende de todo esto es como Tlaneci ha podido avisar a toda Tecnochtilan en menos de una hora.

Cuando el Tlatoani estaba ya bastante cerca, solo me quedó pensar en que intentaría mostrarme de manera segura. Tuve la suerte de tener en ese momento a Quauhtli para que me transmitiera paz y serenidad.

Desde esa cercanía pude ver sus vestimentas: una colorida capa dorada y blanca decorada con plumas de colores vivos, unas sandalias de cuero azules, un taparrabos verde y un casco dorado.

Mah cualli teotlac, Huey Tlatoani.

—Estoy aquí, como el resto de mi pueblo, para atender vuestra llamada y ver con mis propios ojos a la enviada de Huitzilopochtli.

—Y aquí está como te prometimos, mi señor. Esta kaxtiltekaj, a la que los dioses han nombrado Quetzaly, ha sido elegida por Huitzilopochtli para guiar nuestro futuro y protegernos —responde Tlaneci.

Al decir esto, Moctezuma se acerca más hasta estar a una corta distancia de mí. Desde mi posición, pude ver sus facciones tradicionales aztecas.

—¿Tú eres la que dicen que ha sido enviada por los dioses? —pregunta, esta vez sí, dirigido hacia mí.

—Sí, mi señor, soy la elegida del dios Huitzilopochtli; y vengo a guiar vuestro camino.

El emperador se queda mirándome fijamente antes de continuar. Tengo miedo de que crea que es una mentira todo lo que estoy diciendo.

《" No te preocupes, pequeña. Dentro de lo que cabe lo estás haciendo bien..."》

—Me ha sido informado que tienes el don de hablar con tu guía espiritual y que los dioses te han llamado Quetzaly, ¿Es eso cierto?

—Sí. Es cierto que puedo comunicarme con mi guía Quauhtli, que es un águila, a través de un colgante que poseo. En cambio, el nombre de Quetzaly es el nombre que mi guía utiliza para llamarme; la gente que lo sabe cree que es porque es el nombre que los dioses me han concedido.

Atrapada en... ¿El Imperio azteca?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt