~€Hİ€ØMĖ~

267 27 5
                                    

Cuando llegamos al palacio lo primero que hago es excusarme a mi aposentos para preparar un "pijama" improvisado que me sirviera de ropa de cambio cuando fuera a los baños

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando llegamos al palacio lo primero que hago es excusarme a mi aposentos para preparar un "pijama" improvisado que me sirviera de ropa de cambio cuando fuera a los baños.

Al ser la hora de cenar, casi no había gente en los baños. La verdad es que no me hacía falta cenar: Yareni y yo, aparte de hablar, nos pasamos toda la tarde comiendo fruta que cogíamos de los árboles de alrededores del claro.

Y, como tenía bastante tiempo y no había excesiva gente que estuviera esperando su turno, pasé un tiempo considerable en el "cuarto de baño". En el tiempo que pasé bañándome, puede pensar en muchas de las cosas que me preocupaban: siendo la mayor la reunión del consejo que se celebraría mañana, la primera a la que asisto y encima en un puesto importante.

La verdad es que estaba nerviosa; pero, si algo me había grabado mi guía espiritual a fuego en mi memoria, era que no me alterara al máximo por cosas que aún no han pasado o en las que no está en mis manos el final de estas. Quauhtli me había enseñado que es el destino lo que decide al final nuestro futuro.

《"Aprendes rápido, Quetzaly. Mis lecciones al fin están sirviendo a que abras tu mente y potencies tu sabiduría."》

Eso último lo ha dicho como si fuera un padre orgulloso. Pero más por él que por mí...

—"No te eches las flores tan rápido cuando aún vivimos en un presente in..." —no puedo proseguir mi pensamiento por un ruido hueco proveniente del exterior de la habitación.

—¡Vamos, qué tú no eres la única persona que se quiere bañar! —oigo una voz de un hombre furioso al cual no he escuchado en mi vida.

—¡Voy, dame un segundo! —respondo al mismo tiempo que me pongo lo más rápido que puedo la túnica que había seleccionado como pijama.

En cuanto salgo del cuarto, me encuentro con un hombre ( seguramente en sus treintas) que me dirige una mirada furiosa. Me doy cuenta de que lleva un peinado muy similar al de Atletl, solo que los lados laterales los tenía bastante más tapados que él.

—Anda, si es la tan famosa Quetzaly —dice cuando reconoce quién soy. Parece que se está burlando de mí—. Nunca pensé que mis ojos mortales e indignos podrían tener el gran honor de mirarte —sigue con su burla.

《"Tranquilízate, que nos conocemos..."》

—Sí, señor; esa soy yo —intenté hablarle respetuosamente ya que, por sus ropas elegantes y por su peinado, sabía que era alguien de la alta sociedad. Y no quería cometer otra vez el error que tuve con Atletl...

—Ahora que por fin te veo en persona te lo puedo decir... ¿Sabes qué no te mereces el puesto que te han dado? —empieza a amenazarme mientras se acerca tanto a mí que quedamos a escasos centímetros uno de otro y tengo que elevar la cabeza para poder mirarle a los ojos—. Una sucia kaxtiltekaj que sabe trucos de magia, o que se yo, no se merece ese puesto y menos aún la admiración de mi pueblo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 09, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Atrapada en... ¿El Imperio azteca?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora