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Baje del taxi y toque el timbre para que me abrieran la puerta de la entrada. Subí por elevador, toqué la puerta del departamento y me abrió Richard el hermano de Karen. Richard era muy apuesto tenía la misma tez de moreno claro que su hermana, era alto, ojos verdes, solo que él tenía el cabello negro y le gustaba mucho hacer ejercicio. Ya que con la camisa que llevaba se le marcaban muy bien los músculos de los brazos. Al verme me sonrió. Por si fuera poco, tenía una sonrisa para morirse.... esas sonrisas que te cautivan que muestra ser amigable pero también seductora.

-Hola Sara, que gusto verte, pensamos que no venias. Me dijo

-Hola Richard a mí también me da gusto verte. Dije sonriendo. Me abrazo y se hizo a un lado para que pasara.

Al entrar busque a Karen, pero no la vi a simple vista, me acerque a saludar a sus papas Gabriel y Elena. Sus papas eran muy amables y educados, pero sabía que su mamá era algo difícil ya que siempre presionaba a sus hijos en muchas cosas. Por lo que me había contado Karen su mamá la había educado de una manera muy estricta. Desde chiquitos los había enseñado a utilizar todos los cubiertos que pudiera haber en una mesa, a sentarse de manera correcta, tenían que sacar las mejores calificaciones y los había metido a aprender varios idiomas. Su madre quería que encontraran a su pareja como lo hizo ella. Yo sabía que este último tema ponía nerviosa a Karen ya que, aunque su mamá esperaba con ansias que ella se casara, ella todavía no se sentía lista para dar ese paso. A pesar de la presión pienso que sus hijos salieron bien. Yo diría que han cumplido los altos estándares de sus padres.

Por otro lado, Gabriel era un hombre grande, tenía el pelo gris por las canas, ya tenía casi 60 años era normal, pero se conservaba muy bien, se ve que le gusta cuidar su cuerpo y apariencia, él era de ojos verdes, ojos que claramente heredaron sus hijos. Elena era guapa, no era tan alta como su esposo o hijo, pero se mantenía delgada, tenía 55 años, se tiñe el cabello castaño claro, la tez de su piel era más clara que la de sus hijos.

-Sara cuanto tiempo sin verte, ven por favor siéntate. Dijo Elena

-Hola, me da mucho gusto verlos. Conteste

-A nosotros igual, teníamos mucho de no verte, deberías decirle a Karen que nos invite más seguido o que ella te invite con nosotros. Sabes que siempre eres bienvenida. En eso apareció Karen poniendo los ojos en blanco. Me saludo y se sentó a lado de su hermano.

-Mamá, Sara también tiene cosas que hacer, pero cuando tengamos días libres, iremos a visitarlos. Dijo Karen para calmar a su madre.

-Eso será estupendo. Contestaron sus padres

-No puedo esperar a ver eso. Dijo Richard en un tono divertido.

La velada transcurrió tranquila, cuando dieron las 11 los padres de Karen anunciaron que se iban ella los acompaño a la puerta, mientras yo me quede sentada en el sillón y a mi lado se sentó Richard.

- ¿Cómo te la pasaste? Me pregunto Richard

-Bien, fue una velada adorable. Dije

-Si tú lo dices. Dijo Richard soltando una carcajada. Mis padres son muy amables y pueden llegar a ser muy divertidos, pero cuando inician a presionarte en varios aspectos de tu vida, créeme no quieres hablar con ellos diario. No me mal intérpretes, les amo, pero a veces quisiera que no se metieran tanto en mi vida y me dejaran vivirla como yo quiero. Dijo

-Solo se preocupan por ustedes. Respondí encogiéndome de hombros

-Lo sé, pero a veces quisiera no sentir tanta presión de parte de ellos. Digo en tu caso tus padres son mucho más relajados y te dejan que decidas tu vida. Pero en mi caso mi madre quiere controlar hasta la chica con la que me debo casar. Me dijo Richard poniendo los ojos en blanco.

-Pienso que deberías decírselo a tu madre que tú te casaras con la chica que tu creas que es la correcta. Dije

Se echó reír. - Eso la volvería loca. Pero si lo haré, eso es algo que no pienso dejar que controlen. Deberías decirle lo mismo a Karen antes de que deje que mi mamá le consiga al "esposo perfecto" y tengamos que escucharla quejarse diario al respecto.

No pude evitar sonreír, Richard era un chico muy divertido y caballeroso lo habían educado muy bien, si no fuera el hermano de mi mejor amiga. Definitivamente saldría con él.

-Y tu Sara ¿estas saliendo con alguien? Me pregunto.

Repentinamente me puse nerviosa. – No, ahorita no estoy saliendo con nadie. Conteste.

-Eres una chica muy guapa, la verdad tienes una personalidad que derrite a cualquiera. Cualquier chico sería afortunado de tenerte. Me dijo.

Sentí como me sonrojaba más.

-Gracias. Pero al parecer no todos los chicos piensan lo mismo. Conteste

- ¿Porque lo dices? Pregunto

En ese momento desee haberme guardado ese último comentario. -Porque no considero que haya tenido mucha suerte con el amor. Es como si tuviera un imán para atraer patanes. Dije en tono de broma.

Él se me quedo viendo seriamente. Como si lo que acaba de decir le molestara -Yo no soy un patán y me atraes mucho. Así que no creo que tengas un imán solo para patanes.

Sentí como mi corazón se aceleró y sentí un hormigueo recorrer todo mi cuerpo. Digo no es como que nunca me hubiera pasado en la cabeza poder salir con él. Pero sabía que no podía.

Le sonreí y antes de poder contestarle, se nos unió Karen sentándose enfrente de nosotros.

- ¿De qué platican? Dijo Karen

-De como mamá está intentando buscarte un esposo de acuerdo a sus estándares. Contesto Richard de una manera burlona.

Karen puso cara de pocos amigos y se rio. Yo hice lo mismo. Me sentí aliviada de que hubiera llegado Karen ya que la situación se empezaba a poner algo intensa.

- Bueno es hora de irnos Sara. ¿Quieres venir Richard? Dijo Karen

- ¿A dónde irán? Pregunto Richard.

-Iremos por un trago a algún bar en division street. Conteste.

Division street era muy conocida por tener los mejores restaurantes, bares y discotecas para pasarla bien. Si querías salir a divertirte y conocer personas ese era el lugar indicado.

-Me encantaría, pero no puedo mañana tengo un vuelo muy temprano. Pero gócenla mucho. Se despidió de su hermana y luego se dirigió hacia mí, puso su brazo derecho alrededor de mi cintura me pego contra su cuerpo y me dio un beso en la mejilla. Antes de despegarse me susurro al oído. -No olvides que eres una chica que vale mucho y que me encantaría poder salir contigo. Espero cuando regrese podamos vernos.

Asentí con la cabeza y le sonreí. Pero que estaba haciendo porque asentí, dios ese hombre sí que sabía cómo ponerte nerviosa. Bueno si llegara a invitarme a salir eso era problema del futuro y que tenía que platicarlo con Karen, pero no había de que preocuparse todavía.

Él se la vivía viajando así que entre mi trabajo y el suyo la posibilidad de que pudiéramos llegar a salir era casi nula o eso me dije a mi misma.

Richard tomo sus cosas y se fue.

The List of Loving Your SelfWhere stories live. Discover now