Capítulo 18

23 4 0
                                    

Eran casi las ocho de la noche cuando salimos de casa a buscarla. Para ser honesto iba pensando en forma pesimista, no creía que pudiéramos encontrarla. Estaba seguro de que ella no estaría en su hogar ni en otro sitio que se nos ocurriese, pero Luis se veía tan optimista que no pude evitar seguirle. No había logrado cambiar todo mi ánimo, pero al menos ahora tenía una razón más para moverme.

Subimos al auto y me di cuenta al poco andar que estaba tomando un camino diferente del de casa de Abigail.

- ¿A dónde vamos?

-A donde seguro estará o al menos nos dirán en donde si esta.

-A casa de su ex ¿verdad?

-Si. Al menos si queremos encontrarla ahora mismo. Podes quedarte en el auto si no quieres ver a ese tipo, es comprensible luego de todo lo vivido con Abi...

-No quiero quedarme en el auto. Además, no va a pasarme nada, dudo mucho que sepa quién soy o que me haga algún problema verlo.

-Vas tomando energía-me golpeo el hombro con una de sus manazas-esa es la actitud. Vamos a encontrarla y sabrá algo sobre Catalina.

-Eso espero.

-Deberías leer más de ese diario. Al menos algo debe decir sobre ella.

-Luego de hablar con Abi, quiero estar seguro de que nadie sabe nada antes de seguir hundiéndome en esto-dije levantando el diario-me cuesta seguir leyéndolo. Es difícil... no sé cómo explicarlo.

-Perder la memoria no es tan grato como parece-dijo sin mirarme-al principio creí que sería como una bendición pudiendo olvidar todo lo malo que te había pasado, pero ahora entiendo que hay cosas que siempre querrán salir a flote. Cuando lo lees tu cerebro debe querer entender y esa ha de ser toda la angustia que te carcome al intentarlo.

-Quizás... las cosas se están complicando. Meses atrás podría haberme sentido a gusto con la idea de no recordar nada, la existencia de Antonella me quitaba el sueño y Abigail me lo devolvía entre besos que me curaban... luego sucedió todo esto y decidí continuar con la lectura de este diario. Jamás hubiese imaginado todo lo que había pasado antes del accidente.

-Nunca llevaste una vida tranquila alejada de los problemas. Desde que te conocimos con Abi siempre estuviste rodeado de situaciones que parecían salidas de una película. Eras tan inquieto que a veces desesperabas y tan charlatán que en ocasiones fastidiabas, pero no dejabas de caerle bien a la gente porque tenías una chispa interesante. Esa misma chispa que te hacia tomar decisiones alocadas sin pensar demasiado en las consecuencias y haciéndote vivir esas cosas que parecían salidas de un guion muy particular. No es como que perdieras esa chispa, todo lo contrario, solo que ahora si piensas en las posibilidades y te preocupas por lo que pueda suceder. No te sorprendas si te enteras de muchas otras cosas de tu pasado, sé que por mucho tiempo te mentimos y te dijimos que habías sido un tipo muy tranquilo. Lo fuiste, de cierta forma, al menos hasta el último tiempo.

-Pero entiendo la razón de porque lo hicieron. No tienes que decir mucho más, Luis – lo mire apenado y sonreí con tristeza – el pasado de una persona lo persigue a donde quiera que vaya, incluso en la amnesia. Escapar de lo que somos o fuimos, es imposible. Vengo pensándolo hace tiempo y entendí que jamás podría escapar de quien era. Lo entendí en el momento que decidí leer el diario otra vez. Necesitaba saber todo lo que había sido para poder avanzar. Por eso necesito a Catalina, es la única esperanza que me queda, además de este diario.

- La vamos a encontrar.

Estábamos cerca de la casa del ex de Abigail cuando Luis detuvo el auto estacionando a una cuadra de distancia. Me miro con dudas y luego dijo.

JubitoOnde histórias criam vida. Descubra agora